La compra del famoso predio, ubicado en el barrio porteño de Palermo, es un centro de convenciones no solo para las típicas exposiciones agrícola-ganaderas que se producen cada año con las clásicas muestras de ganado, caballos y fiestas tradicionales de nuestra región. Este predio fue comprado por la Sociedad Rural Argentina (SRA) en el año 1991 bajo la presidencia de Carlos Saúl Menem.
Mediante el decreto 2552/2012, Juan Manuel Abal Medina revocó el decreto 2699/1991 y «todos aquellos actos dictados en su consecuencia», bajo los que se concretó la venta del predio que se encuentra ubicado en la intersección de las avenidas Santa Fe y Sarmiento de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El pasado miércoles 26 de diciembre los productores agropecuarios, enrolados en las cuatro principales entidades rurales, realizaron un cese completo de comercialización de hacienda en repudio a la medida tomada por el Gobierno Nacional.
Luis Miguel Etchevehere, titular de la Sociedad Rural, consideró que la estatización del predio es «una venganza por la 125», la resolución que disponía retenciones móviles para las exportaciones de granos y que despertó una generalizada protesta del sector rural, que en la Cámara de Diputados no fue aceptada por el ya famoso “Mi voto no es positivo” por parte del exvicepresidente Julio Cobos.
El paro ganadero finalizó el jueves 27 a la medianoche y contó con la presencia de dirigentes rurales y políticos que pertenecen a la oposición. Los manifestantes reunidos en el predio de Palermo entonaron junto con el tenor del Teatro Colón, Diego Bento, las estrofas del Himno Nacional.
Jorge Macri, Gustavo Posee, el diputado del PRO Federico Pinedo, Patricia Bullrich de Unión por Todos y Carlos Brown del Frente Peronista, junto con Alfredo de Ángeli y demás empresarios sin vinculación a los ruralistas, fueron algunos de los presentes en el acto del 26.
La decisión del Gobierno Nacional de expropiar el predio de La Rural se debe al argumentar que hubo una maniobra en el momento de la compra de estos terrenos, ya que se adquirieron a muy bajo costo. De la misma forma que se decidió expropiar dicha propiedad se debería rever si este es el único terreno que se adquirió a un precio módico y que podría estar en manos de funcionarios públicos.
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