3D: Tom Tykwer

Cuando Tom Tykwer presentó «Lola Rennt» en el festival de Venecia 1998, pronunció 3 palabras que explican su recorrido: «Me gusta variar», dijo en aquella oportunidad el director alemán.

Así, Tykwer se dio la libertad de fascinarse por diferentes cosas y moverse por disímiles estilos para confeccionar sus obras. Siempre atraído por la profundidad del pensamiento, típico de la cultura alemana, el director no tiene ningún molde para decir con su arte. Desde historias de amor hasta películas que parecen videoclips, el bajo presupuesto y el cine comercial, todo eso forma parte de su filmografía.

Lola Rennt (1998)

El señor Mayer saca su auto del garaje a marcha muy lenta. Lola, al mismo tiempo, viene corriendo a toda velocidad para llegar cuanto antes a su destino. Mayer asoma la trompa del coche y Lola, que justo pasaba por allí, se atraviesa súbitamente. Mayer se distrae y pierde de vista su ruta. Como consecuencia, choca un auto del que salen 3 matones que lo amenazan. Si Lola pasaba un segundo después era atropellada y, si pasaba un segundo antes, Mayer no se accidentaba.

«Lola Rennt» trata sobre una joven que cuenta con solo 20 minutos para salvar a su novio de la mafia alemana. La película dura poco más de una hora y 10 minutos, tiempo suficiente para desarrollar la trama con frenesí. Sus planos ágiles que no le dan respiro al espectador, las figuras geométricas en constante movimiento, los relojes, los trenes y la fuerte presencia de la música tecno funcionan a la perfección en una cinta que crea tensión y adrenalina con gran facilidad.

Asimismo, «Lola Rennt» tiene un principio filosófico: nadie es más que sus emociones, y estas están profundamente influenciadas por el incontrolable factor azar. La película nos muestra tres desenlaces distintos para la misma situación, en donde la diferencia entre que todo salga bien, mal o peor puede ser tan banal e invisible como nuestra reacción ante un perro que se nos cruza en la calle y que nada tiene que ver con nuestro problema.

En ese sentido, «Lola Rennt» se relaciona con la Teoría del Caos, aquella que dicta que el aleteo de una mariposa en Sudamérica puede iniciar una trama de acción-reacción irrefrenable que, en cadena, desemboque en un sismo en otro lado del planeta. No obstante, la película se niega a dejar al destino librado por completo a una suerte caprichosa. Con las reacciones justas, con ser consecuente con lo que se siente y con un simple grito, «Lola Rennt» cree que el destino puede jugar a favor de quien actúa.

De una simpleza potente, el film consigue preguntarse qué ingredientes son los que sentencian las situaciones límite y qué nos pasa cuando el tiempo se come a la calma.

El Perfume (2006)

El gran perfumista Baldini corre a su laboratorio, de donde proviene un albroto.»¡Jean Baptiste! ¿Qué sucede?», dice al ver allí a su discípulo angustiado. «Usted me mintió», acusa Jean-Baptiste. «Me dijo que era posible capturar cualquier aroma… pero, ¿qué huele aquí?». El joven, desafiante, ofrece un frasco a la nariz de su maestro, quien responde un tímido «nada…». Jean-Baptiste estalla el frasco contra el suelo y desespera: no logra conseguir aquello que incansablemente intenta.

Basada en la homónima novela de Patrick Suskind, «El Perfume» trata sobre la vida de Jean-Baptriste Grenouille, un joven marginal de la París de fines del Siglo XVIII con un impresionante talento olfativo, capaz de oler con precisión a kilómetros de distancia e, incluso, al interior de los animales. La película integra los componentes fílmicos necesarios para generar la sensación de estar oyendo un cuento clásico europeo, que no busca ningún realismo sino solo aquel cuyas bases son 100% fantásticas. Iniciado con el plot del protagonista a punto de ser ejecutado por la justicia local, el film puede dividirse en dos partes.

En la primera mitad se construye el perfil de su personaje. Jean Baptiste, abandonado por su madre a segundos de nacer y criado en condiciones hostiles, carece completamente de alma y se obesiona con poder conseguir, en forma de perfume, un espíritu. La actuación del joven Ben Whishaw (Jean-Baptiste Grenouille) es fundamental para transmitir el vacío de un individuo cuyo móvil es suplir su falta de esencia con la de los otros.

No obstante, al ser un monstruo desprovisto de alma, Grenoullie solo puede hacer cosas monstruosas. La segunda mitad, como bien dicta el subtítulo de la película, cuenta la historia de un asesino, y algunas de sus escenas pueden asquear a sus espectadores. Sin embargo, los elementos fantásticos de «El Perfume» se adueñan completamente de la escena, y su mensaje se vuelve un tanto difícil de interpretar. Al final, queda la sensación de que todos somos monstruos en nuestra profundidad, y dejarse «comer» por los demás es el único acto de amor posible entre los humanos.

La Princesa y el Guerrero (2000)

Otto espera como un oráculo en la oscuridad. «Tienes miedo», susurra a Sissi, quien responde: «Ahora que he vuelto, tengo miedo de que nada vuelva a ser como antes». La falta de luz no altera a Otto, y niega: «No, en verdad tienes miedo de que nada cambie».

«La Princesa y el Guerrero» es un relato de amor entre un ladrón y una enfermera, con todo lo intenso que eso puede llegar a ser. La película cuenta la historia de dos personajes diversos pero igual de atormentados que buscan liberarse para poder, de una vez por todas, ser felices.

Muchas casualidades van llevando una cinta cuya búsqueda no es la lógica sino las pasiones fuertes. Los distintos climas por los que pasa pueden hacer estremecer, confundir y sensibilizar, dentro de una historia que es intrincada en justa medida y está llena de toxicidades escondidas tras el manto metafórico de la locura.

Bajo la premisa de contar una historia sobre dos personas que necesitan sentir, «La Princesa y el Guerrero» es simple y naif: cualquiera puede hacernos volar, en cualquier momento nuestro mundo puede darse vuelta.