El ritmo de vida actual, a veces dificulta el armado de looks creativos que puedan adaptarse a las diferentes situaciones que tenemos que afrontar diariamente, lo que no tiene por qué convertirse en una imposibilidad para vestirnos bien, rápidamente y con prendas cómodas.
Por eso, aquí te comparto algunas claves para lograrlo sin frustrarte en el camino.
Usá colores neutros: negro, blanco, beige, azul marino, marrón y mostaza. Podés buscarlos en diferentes tonos y combinarlos entre sí. Además, dependiendo de tu personalidad y estilo, podrás incorporar estampados y texturas como prendas tejidas, el denim o una nota de color que rompa con la paleta en complementos (lentes, relojes, zapatos, gorros, mochilas, carteras y cintos).
Combiná prendas deportivas con otras más casuales. Entre estas podés incluir zapatillas, medias gruesas, bermudas, shorts, remeras, camperas de algodón y musculosas, mientras que las prendas formales podrían ser pantalones, sacos, camisas y chalecos.
Si armás un outfit solo con ropa deportiva que sea, preferiblemente, monocromático. Podés utilizar el mismo tono o variarlo un poco. Además, incluye accesorios que lo eleven como, por ejemplo, aros en las orejas, un anillo en juego con una pulsera o, quizás, algún collar. Otro elemento clave es que lleves el cabello bien peinado (controlado con gel o fijador), ya que le dará más prestancia al look.
Siempre tené en cuenta la silueta. En este sentido, es recomendable que conozcas bien qué es lo que te favorece. Por ejemplo, si sos de torso largo y piernas cortas, lo ideal es que trates de proporcionar tu cuerpo con prendas inferiores de tiro medio o alto, mientras que las superiores pueden ser más cortas, aunque llevadas por dentro del pantalón, falda o lo que sea que hayas escogido ese día, también funciona. Si, por el contrario, tu torso es corto y tus piernas son largas, entonces debés invertir el orden en esta fórmula.
También tené en cuenta el volumen que te dan las telas, cortes o capas que creas al combinar la ropa. Procurá que todo tenga un sentido y que esté bien equilibrado. Es decir, podés usar puros diseños anchos si así lo deseás, pero procurá que no sea una razón meramente de comodidad sino de estilo. Lo mismo con los cortes más fit. Nota aparte: a muchos no les gusta ni la primera ni la segunda adopción. En ese caso, la clave es combinar una prenda ancha con una ajustada. Es decir, si la camisa es slim fit, los pantalones pueden ser cargo, rectos o regulares. Lo mismo en el caso inverso.
Por otra parte, si tu reto diario es estudiar, trabajar y hacer ejercicio, en ese caso, te recomiendo utilizar zapatillas (deportivas o no) para presentarte en cada instancia. Así incorporás la comodidad que necesitás en el entrenamiento durante el resto del día y, de paso, disminuís el peso de tu mochila o bolso, ya que el calzado suele ser una de las cosas que más pesa y ocupa espacio.
Si combinás las zapatillas siguiendo la lógica de las opciones planteadas en los puntos anteriores, muchas veces podrás ahorrar tiempo.
Finalmente, tené en cuanta tus gustos personales a la hora de incorporar estas ideas. Puede que resulte un poco confuso al principio. No te preocupes, es normal. Lo importante es probar y asesorarse en las tiendas o con amigos que sepan del tema. ¡Suerte!