Más conocido por sus interpretaciones actorales, John Slattery volvió a dirigir un largometraje luego de su ópera prima «God’s Pocket» y episodios de las celebradas «Mad Men» (que lo tuvo como uno de sus protagonistas) y «Love». La historia de «Maggie Moore(s)», escrita por Paul Bernbaum (también responsable del guion de «Hollywoodland»), repite el policial como género, aunque añade lo romántico a la fórmula.
En los Estados Unidos, solo en 2022 (un año antes de estrenarse la película) 1.800 mujeres fueron víctimas de femicidios, es decir, diariamente 5 perdieron la vida y en la gran mayoría de los casos sus parejas fueron los perpetradores del hecho. En esta producción, subida recientemente a la plataforma Max, el infame Jay Moore (en la piel de Micah Stock) quiere sacar el máximo rédito económico a la franquicia de comida rápida que administra, y se mete en problemas que son rápidamente descubiertos por su esposa, Maggie Moore (Louisa Krause). Jay encuentra respuesta con la contratación de un sicario y, cuando la investigación liderada por los oficiales Jordan Sanders (Jon Hamm) y Reddy (Nick Mohammed) lo ubican como principal sospechoso, este descubre que existe otra mujer llamada igual que «su» Maggie Moore. Para desviar la atención, decide atacar sobre esta y convertirlo en un misterioso y llamativo caso que también es mediatizado.
A partir de esto, la vecina de los Moore se pone en contacto con Sanders y comienzan un vínculo que despierta la posibilidad de reencontrarse con una felicidad que creían perdida. Así, Rita (interpretada por Tina Fey) y el jefe policial no solo intentarán descubrir al responsable de los crímenes sino, también, dar una nueva chance para reconstruir vínculos. Es en la destacada labor actoral de Hamm y Fey donde la película se hace más sólida y relega a un segundo plano la investigación, aunque sin perderla de vista.
De esta manera, el guion de «Maggie Moore(s)» de Bernbaum añade humor negro, el femicidio, cómo subyace en la sociedad y en los últimos tiempos resurge el antisemitismo y ganan terreno las redes de pedofilia, las dificultades y complejidades humanas en las relaciones, aborda la necesidad imperiosa de dinero bajo un sistema ultra capitalista que asfixia o margina y, por supuesto, el policial clásico a una historia inspirada en un caso real que aún no fue resuelto en Texas.