Asoma una nueva guerra

El papa Francisco lo había anunciado a principios de este año: «El mundo está atravesando por su Tercera Guerra Mundial», y no tiene por qué ser igual a las dos anteriores que atravesó nuestra historia. El conflicto en Siria e Iraq con el Estado Islámico (ISIS) revivió el fantasma de un nuevo conflicto a escala global. En la misma participan los países aliados y, del otro lado, el supuesto «eje del mal». Pero esta vez se desarrolla en la región de Oriente Próximo. Cuando el ISIS parece estar llegando a su fin (por lo menos su territorio ya no existe), una nueva mecha ha encendido un conflicto en el horizonte.
El ultimo 4 de noviembre desde la televisión de Arabia Saudita un comunicado del ahora exprimer ministro libanés, Saad Hariri, emitía su renuncia en la cadena de noticias Al Arabiya. Desde el reino árabe el poder sunita daba el anuncio que, una vez más, sacude al Líbano. Elegido Primer Ministro por la mayoría de las fuerzas en el parlamento libanés luego de dos años de una presidencia acéfala, logró llegar al poder el último diciembre de 2016, pero no llegó al año de mandato que ya renunció.

El Líbano otra vez acéfalo

Según su justificación, el motivo de la renuncia fue dirigida hacia Irán y su brazo armado en Líbano, Hezbollah, quienes según Hariri estaban planeando atentar contra su vida de la misma manera que lo hicieron contra su padre. Así lo anunció desde un mensaje televisivo: «Hezbollah es el brazo armado de Irán en Líbano y otros países árabes» y son ellos «quienes influyen y desestabilizan el poder en la región a través de las armas».
Las fuerzas libanesas frustraron un atentado en Beirut cuando descubrieron que las cámaras de seguridad dejaron de funcionar en el trayecto que llevaría el convoy del Primer Ministro hacia el aeropuerto. Se vive un clima muy parecido al que pasó su padre antes de ser asesinado, Hezbollah impone su poder a través de las armas en suelo libanés y son influenciados por el gobierno persa en toda la región.
«Se está confabulando contra mi vida», así lo dijo el mandatario Saad Hariri y todo indica que «Irán está detrás de este plan». Saad Hariri responde a los intereses de Arabia Saudita que, en su mayoría, son suníes y durante el conflicto en Siria se había puesto de acuerdo en enfriar la relación con Irán hasta acabar con el ISIS… pero parece ser que ese crédito se terminó y ahora la tensa relación volvió a cruzarse y el territorio para disputar sus peleas es el sur del Líbano donde habita Hezbollah.
El presidente libanés Michel Aoun llamó a la unidad nacional y a la seguridad en todo el territorio para evitar una escalada de violencia, así también se espera que el exprimer ministro regrese al país para dar explicaciones más amplias sobre las causas que lo llevaron a dirimir su cargo.

Estados Unidos e Israel

Por su parte, este conflicto parece ir a un nivel mayor, ya que tras la salida del primer ministro libanés el que estaría esperando la luz verde es Israel para invadir y destruir a Hezbollah de una vez por todas. Estados Unidos tiene en sus manos una de las llaves de este nuevo conflicto que parece inminente, ya que el gobierno de Donald Trump puede habilitar a Israel para atacar a Hezbollah. ¿Dónde? Puede ser nuevamente en el sur del Líbano o en el sur de Siria, donde las fuerzas hebreas ya están apostadas y desearían poder frenar el envío de armas por la ruta Irán-Iraq-Siria-Líbano.
Su aliado número uno, Estados Unidos, a través de su mandatario Trump señala a Irán como una traba en Medio Oriente y, por eso, daría luz verde a Israel y Arabia Saudita para atacar a Hezbollah. Ya lo dijo el primer mandatario israelí, Benjamin Netanyahu: «Cuando los israelíes y árabes se ponen de acuerdo, el mundo tiene que tener cuidado», en clara referencia a lo que podría pasar.
Los posibles lugares para este nuevo conflicto, como dijimos anteriormente, pueden ser el sur de Siria en los altos del Golán, donde han intervenido varias veces contra el ejercito de Al Assad, o nuevamente en territorio donde habita Hezbollah al sur del Líbano.

La participación rusa

Por otra parte, la llave de este conflicto la posee nada más y nada menos que Rusia, que ya ha pisado fuerte en la lucha contra el ISIS en Siria y salvó al gobierno de Al Assad. ¿Vladimir Putin va a querer seguir respaldando a Irán en este conflicto que se avecina o será un mero espectador? Asimismo, Israel querrá poner fin a Hezbollah luego de aquella trunca visita del 2006 en la que debió abandonar suelo libanés y esta vez Hezbollah está mucho más armado que antes y tiene mayor nivel de entrenamiento y armamento.
Entonces, con estas perspectivas un nuevo conflicto se avecina. Como ya lo habíamos anticipado en puntocero, es posible que un nuevo enfrentamiento se de entre antiguos rivales: Israel y Hezbollah. Todavía no se sabe bien dónde se desarrollará y quiénes participarán de la misma, pero sí sabemos que la renuncia del Primer Ministro libanés abrió una puerta hacia una nueva lucha por controlar una vasta región del mapa de Medio Oriente.