El mundo entero se encuentra paralizado por el atentado terrorista hacia la publicación Charlie Hebdo, un semanario satírico con particular crítica hacia el islam y todo lo concerniente a la creencia religiosa de los musulmanes, que cuentan con una importante comunidad en Francia, país en el que se perpetró el hecho.
El lamentable acto ocurrió este miércoles en París, en la sede del medio, y dejó un saldo de 12 víctimas fatales y 11 heridos (4 en grave estado). Por ello, y por tratarse de un golpe contra la libertad de expresión (¿hay límites para la misma? ¿Cómo establecerlos? ¿Quién los podría determinar?), miles de franceses salieron a las calles en señal de apoyo.
Convocados principalmente por el Sindicato Nacional de Periodistas, Reporteros sin Fronteras, Liga de los Derechos Humanos y demás organizaciones del ámbito, alrededor de 60.000 personas llenaron las plazas de las ciudades más representativas del país galo.
Asimismo, y en cuanto a lo referido a la investigación del atentado, la brigada de la policía de Investigación e Intervención comenzó allanamientos en departamentos en búsqueda de los principales sospechosos (hasta el momento, un par de hombres de entre 30 y 34 años) por el acto perpetrado en París. Además, el cuñado de uno de los señalados como autor de la masacre se entregó a las autoridades el mismo miércoles como gesto de su inocencia.
Recordemos que Charlie Hebdo sufrió varias amenazas por sus publicaciones provocadoras y reiteradas burlas y críticas hacia Mahoma. De hecho, en noviembre de 2011 fueron atacados con bombas incendiarias.
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