La importancia vital de la fibra

Sabemos que el consumo de fibra alimentaria, ya sea a través de los alimentos (cereales integrales, legumbres, vegetales y frutas) o en su forma pura (salvado de avena y trigo), aporta innumerables beneficios para nuestra salud y nos permite tener una mejor calidad de vida.
El efecto de la fibra y su mecanismo de acción sobre la reducción de los lípidos sanguíneos y prevención de las enfermedades cardiovasculares es, probablemente, uno de los más estudiados. Por este motivo, investigadores de la Universidad de Harvard examinaron los registros de más de 74.000 mujeres y cerca de 44.000 hombres, desde mediados de los años ’80 hasta 2010, y analizaron la relación entre el consumo de granos enteros y diferentes enfermedades.
Tras ajustar factores como la edad, el tabaquismo y el índice de masa corporal, los expertos hallaron que, mientras más granos enteros las personas reportaron haber comido, menor fue el riesgo que tuvieron de morir de una enfermedad del corazón.
Cada porción (28 gramos por día) de granos totales -como arroz integral, avena, pan de trigo y pasta- estaba asociado con 5% menos de mortalidad, y un 9% menos de riesgo de morir de enfermedades del corazón.
De cualquier manera, comer más granos enteros no hace más improbables las muertes causadas por cáncer.
«Estos hallazgos sustentan aún más la actual recomendación alimenticia de aumentar el consumo de granos enteros para facilitar la prevención primaria y secundaria de enfermedades crónicas y también provee evidencia prometedora que sugiere que una dieta enriquecida con granos enteros puede conferir beneficios en relación a extender la expectativa de vida», señaló el estudio publicado en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).
Como recomendaciones prácticas para el consumo de alimentos ricos en fibra te recomiendo incorporar en forma diaria 3 porciones de verdura; 2 porciones de fruta (preferí la fruta entera antes que los jugos exprimidos); 6 porciones de cereales integrales en forma de pan, cereales de desayuno, arroces y pastas; y 4-5 porciones de legumbres con frecuencia semanal.