En la colección masculina más reciente de Balmain, Pre Fall 2022 Men’s Collection, Olivier Rousteing profundizó sobre las siluetas de hombros grandes, las maxi camperas acolchadas, los jeans extra largos, los complejos entramados de variados textiles, y pedrería, que suelen estar muy presentes en sus desfiles. Sin embargo, en esta oportunidad creó looks eclécticos en el que diferentes referencias estéticas dialogaron sin problemas. De esta manera, el grunge, el motociclismo, los uniformes militares del Siglo XVIII, las líneas sinuosas del barroco y el minimalismo espacial se unieron para presentarnos a un hombre dispuesto a hacerse notar que, además, no respeta códigos de vestimenta, a menos que estos estén relacionados con la libertad de expresión.
La pasarela
La colección fue lanzada como una producción audiovisual ambientada en una nave espacial por cuyos pasillos caminaban los modelos, tal y como si fueran pasajeros de una tripulación que se dirige hacia otro planeta o que, simplemente, vivirá eternamente en esa base tecnológica. Quizás ahí radica la osadía de los atuendos, ya que generan una sensación liberadora frente a tiempos de incertidumbre y oscuridad, en donde la emoción y la esperanza, para algunos, pareciera encontrarse en los pequeños actos de creación como el armado de un outfit memorable que celebra la individualidad.
Camperas para todos
Olivier es fanático de las camperas, sacos y blazers de todo tipo, por eso en esta colección no faltó la variedad, ya que se vieron chaquetas de cuero sintético con maxi solapas, aunque también de color blanco pero intervenidas con oraciones que parecían estar escritas a mano o dibujadas como si fueran grafitis.
De igual forma, se observaron trabajos de alto contraste en blanco y negro en teñidos de pantalones, al igual que desgastados clásicos y nevados en el denim. Por otra parte, los pantalones de motociclismo se hicieron notar con sus costuras pronunciadas a las que se sumaban algunos detalles de telas en colores brillantes como el verde Chartreuse y el verde lima. Dicha estética deportiva incluyó complementos -botas moteras, guantes y cascos- diseñados en colaboración con la marca norteamericana FOX.
Tejidos, bordados y uniformes
Como mencioné al principio, Rousteing logró combinar elementos estéticos provenientes de diferentes referencias, por lo que no puedo dejar por fuera a sus chaquetas más coquetas y formales de tweet con prendedores de perlas como accesorios , o a las prendas inspiradas en los uniformes militares del Siglo XVIII con sus aplicaciones doradas -más allá de los botones usados del mismo color-, en los puños de las mangas y en el torso frontal de los sacos.
Tampoco quisiera olvidar los suéteres y chaquetas que fueron construidas a partir de los complejos bordados barrocos característicos de la firma, ya que no solo se complejizan al mezclar materiales sino que no siempre buscaban una apariencia terminada y prolija, por el contrario, eran rasgados y descosidos para generar un look más rocker en su presentación final.
Lo urbano
Con respecto al street style, el diseñador francés implementó las zapatillas deportivas, en ocasiones con una propuesta vanguardista en donde el calzado bien podría ser un vehículo futurista y aerodinámico. A ellas se suman los pantalones de gamuza anchos, los abrigos oversize de piel sintética, los buzos con cuello en V, las faldas en corte A y las camperas de algodón con cierre y capucha.
El complemento estrella
Para cerrar, voy a darle un lugar especial a las carteras cruzadas de cadenas doradas y pañuelos de seda entrelazados, ya que no solo eran un complemento que resaltaba por el brillo de su color verde sino que, además, era una nota femenina que enriqueció la colección, debido a que invitó al público masculino a volcar su mirada hacia un mercado que quizás ya estaban empezando a considerar, pero al que, probablemente, no sabían muy bien cómo implementar en su armario.
En definitiva, la colección Pre Fall de Balmain diseñada por Olivier Rousteing es otro gran acierto del diseñador y una emocionante muestra de la vasta creatividad del joven prodigio que seguramente nos seguirá sorprendiendo e, incluso, algún día con su propia marca.