Bolivia sigue sin mar

Las esperanzas bolivianas de avanzar en el camino de recuperar lo que alguna vez fue suyo sufrieron un duro golpe. La Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) rechazó el pedido de Bolivia para que Chile se aboque al diálogo para otorgarle una salida al Océano Pacífico.
Según dictaminó el tribunal, «la República de Chile no contrajo la obligación de negociar un acceso soberano al mar para el Estado Plurinacional de Bolivia». El fallo recibió 12 apoyos y 3 mociones negativas. «Los documentos presentados por Bolivia no establecen una obligación de Chile para negociar», destacó el juez Abdulqawi Ahmed Yusuf, quien leyó el fallo. Sin embargo, el magistrado remarcó que el dictamen «no debe interpretarse como algo que impida buscar una forma de entablar un diálogo sobre este asunto entre ambas naciones».
La demanda boliviana fue presentada ante la CIJ en 2013 para forzar a Chile a que negociara «de buena fe» la salida «soberana» de Bolivia al mar. El gobierno de La Paz había manifestado que su par de Santiago no había cumplido con sus promesas y obligaciones suscritas y que hubo acercamientos para negociar un «acceso soberano» terrestre y un puerto bajo su control.

Sin obligaciones

La CIJ admitió que entre los diversos documentos producto de negociaciones entre ambos países implicaban entablar negociaciones pero no determinaban hacia Chile una obligación jurídica de negociar. Además, los jueces rechazaron la postura de La Paz que los contactos oficiales habían provocado expectativas a Bolivia, ya que estas solo deben ser consideradas en «laudos arbitrales entre un inversor privado y un Estado», pero no en un juicio entre Estados. Los más importantes fueron el Acuerdo de Paz firmado entre ambas naciones en 1904, así como un intercambio de documentos que ocurrió en 1951, el llamado «acuerdo de Charaña» de 1975, un memorando de 1961 del embajador chileno en La Paz, Manuel Trucco, y la «Declaración de Algarve» del año 2000.
Finalmente, el tribunal consideró que las diferentes resoluciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) impulsando a ambos países a sentarse a negociar «no constituyen una base legal para establecer una obligación a negociar».

«Falsas expectativas»

Tras conocerse el fallo el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien estuvo en La Haya, relativizó el resultado y remarcó que «si bien no hay una obligación de negociar, hay una invocación a seguir continuando el diálogo». Morales afirmó que «Bolivia nunca va a renunciar» a su demanda marítima ya que, si bien «no hay obligación, sí hay necesidad. Bolivia va a continuar su empeño para conseguir de nuevo una salida soberana al Océano Pacífico».
Asimismo, por el lado chileno el primer mandatario, Sebastián Piñera, calificó el fallo de «triunfo histórico» y expresó que era un «gran día para Chile y para el derecho internacional». «El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha creado falsas expectativas a su pueblo y nos ha hecho perder cinco valiosos años», dijo el presidente, y sostuvo que «nuestros compatriotas pueden tener la seguridad que este presidente sabrá defender lo que nos pertenece: nuestro territorio, nuestro mar y soberanía».
El canciller chileno, Roberto Ampuero, sostuvo que «Bolivia debe reconocer y aceptar este fallo. Es muy claro y contundente. En la medida que lo reconozca, podemos abrir canales de comunicación, intensificar, avanzar».

¿Cómo Bolivia perdió su costa?

El origen de esta centenaria disputa fue la Guerra del Pacífico, conflicto que se inició 1879 tras la decisión boliviana de cobrar un gravamen de 10 centavos por quintal de salitre exportado por la empresa chilena Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta (CSFA), por lo que Chile invadió el territorio boliviano argumentando que violaba un tratado comercial firmado en 1874 que impedía aumentar estos impuestos. La guerra que se desató involucró a Perú como aliado de Bolivia. Luego de la victoria chilena, este país movió su frontera hacia el norte a expensas de Perú y Bolivia y privó a este último de 120.000 kilómetros cuadrados de territorio y 400 kilómetros de costa.

El Tratado de 1904

Los actuales límites fueron establecidos en el tratado firmado en 1904, en el que se determinó que la soberanía chilena se extiende hasta la frontera con Perú y la de Bolivia no alcanza a la costa. En el documento se le otorga a Bolivia a perpetuidad un amplio y libre derecho de tránsito comercial por territorio chileno y por los puertos del Pacífico.
Chile considera que por ese acuerdo Bolivia tiene acceso libre de impuestos al puerto chileno de Arica. También señala que Santiago pagó y construyó un ferrocarril que une este puerto con La Paz.
Por el lado boliviano se argumenta que ese trato fue firmado por la posición ventajosa de un país que venció al otro y es injusto y nada solidario. Su objetivo es conseguir, como mínimo, un corredor de unos 10 kilómetros de ancho que se extienda desde su frontera con Chile al Pacífico, más un pedazo de costa en la cual desarrollar la actividad industrial y comercial bajo su bandera.