Las relaciones entre España y Cataluña se tensan aún más de lo que se encontraban en los últimos tiempos. La Junta Electoral Central (JEC) inhabilitó este viernes a Quim Torra como presidente del gobierno regional, quien fuera condenado por la Justicia en diciembre pasado y no puede ocupar cargos públicos durante un año y medio.
Esta decisión se debió a la negativa del mandatario catalán a cumplir con las instrucciones de la JEC sobre la neutralidad ideológica y política en los edificios públicos durante la campaña legislativa en abril de 2019 y no retirar los mensajes de protesta colocados en las sedes de gobierno para la liberación de los representantes presos.
De esta manera, los partidos de Derecha española como PP, Ciudadanos y Vox cumplieron con el objetivo de no permitir la permanencia de Torra al frente de la presidencia.
Como consecuencia de la acción de la JEC, diversas organizaciones independentistas convocaron manifestaciones públicas a través de las redes sociales. Por ejemplo, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) bajo el lema «Solo el Parlament de Cataluña elige a nuestro presidente», llamó a sus adeptos a concentrarse en la plaza Sant Jaume de Barcelona.
«El conflicto en Cataluña no se soluciona ni con un nuevo Estatut ni con competencias», «es un conflicto de soberanía» que, para encontrar una solución definitiva, hay que otorgarle «el derecho a los catalanes a decidir su futuro político», manifestó Torra ante el diputado Carles Riera.