En la tercera jornada de Contracampo se realizó un encuentro dedicado a pensar el rol de los festivales de cine. El evento se dio por la mañana del domingo en la Librería El Gran Pez y los oradores invitados fueron Goyo Anchou, Juan Francisco Gacitúa, Diego Trerotola, Joaquín Almeida, Bárbara Cerro y Oriana Castro.
Antes de dar comienzo oficial, compartieron que intentaron hacer parte del encuentro a los directores artísticos del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, Jorge Stamadianos y Gabriel Lerman. Sostuvieron que, en primera instancia, confirmaron su participación pero luego decidieron no sumarse.
Goyo Anchou abrió el panel con una larga exposición que atravesó varios puntos entre su experiencia dentro del festival hace varios años y su lectura del presente en contraposición. Allí mencionó que, «frente a las salas vacías que está teniendo el festival en este momento, está el riesgo de perderlo». En este sentido, más adelante Oriana Castro dijo: «Me pregunto qué nos van a decir cuando termine el Festival de Mar del Plata sobre el fracaso que está siendo, qué lectura nos van a devolver», y reconoció que puede ser incómodo formar parte y asistir en este contexto, pero agregó: «Creo que tenemos que volver a apropiarnos del festival».
Diego Trerotola retomó el tema de las salas de cine vacías para hacer un planteo que sobrevoló todo el resto de la charla: «Cuando sacamos fotos y difundimos solamente las salas que están llenas alimentamos la lógica del exitismo. Me pregunto cómo defender las salas con pocas personas, cómo defender y querer al cine minoritario, al cine ‘chiquito’ de 5 espectadores. Cuando solo valoramos las salas llenas, damos un argumento a la derecha mercantilista que solo quiere esas películas. Las experiencias minoritarias sirven, alimentan y pueden sembrar una semilla de una forma de vida posible».
Asimismo, Bárbara Cerro contó algunos detalles sobre la realización de un festival de nicho como es el Bitbang dedicado al cine de animación. Joaquín Almeida recuperó, a partir de la experiencia del Festifreak, que «los festivales son espacios para compartir saberes y conocimientos. La palabra compartir, esto de ‘dar porque sí’ hoy parece revolucionaria».
Por último, Juan Francisco Gacitúa analizó las contradicciones entre el discurso de esta gestión y lo que concretamente se muestra en el festival. «Esta gestión quiso entrar con muchos anuncios rimbombantes que no sucedieron. Por ejemplo, que iba a haber más programación que el año pasado, que terminaron siendo cuatro largometrajes más. Pareciera que los highlights de acá a los próximos años van a depender de la agenda de contactos de Lerman y las estrellas que pueda conseguir. Y un festival es mucho más que eso».
Además, señaló que la relación que mantiene este Gobierno con el cine argentino deja al festival en un lugar incómodo: «¿Van a programar películas argentinas para después cuando se estrenen echarles la culpa de todos los males?». Más adelante, el encuentro se completó con la mirada del público entre preguntas y planteos.