De una isla en Canadá al Festival de Mar del Plata

“Seagrass” fue una de las películas que formaron parte de la Competencia Internacional del 38° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que tuvo lugar entre el 2 y el 12 de noviembre de este año. Está dirigida por Meredith Hama Brown, directora canadiense que tuvo su debut con este largometraje.

Cuenta la historia de Judith (Ally Maki), una mujer canadiense de procedencia japonesa que, tras la muerte de su madre, lleva a su familia de viaje a una isla en busca de recomponer sus vínculos y en particular resolver la crisis de pareja que tiene con su marido Steve (Luke Roberts), la cual afecta emocionalmente a sus dos hijas: Stephanie (Nyha Breitkreuz) y Emmy (Remy Marthaller).

Para conocer más sobre el proceso creativo y la participación en el Festival de Cine, tuvimos la posibilidad de conversar con Meredith, a quien le agradecemos por su tiempo y amabilidad.

Sabemos que Seagrass es tu debut dirigiendo un largometraje. ¿Por qué decidiste contar esta historia en particular?

¿Cuál es tu conexión personal con ella?

«Creo que cuando empecé a escribir ‘Seagrass’ me sentí muy atraída por los temas que estaba explorando pero, especialmente, la incertidumbre era un tema que me interesaba mucho explorar de muchas maneras diferentes. Creo que aparte de ser una historia sobre el divorcio, se trata mucho más de cómo estos tres personajes femeninos se enfrentan a la incertidumbre en sus vidas de distintas formas. Eso era algo que me interesaba ver de qué manera podía manifestarse en los distintos grupos de edad, así como en las distintas cosas con las que se enfrentan.

Desde la más joven Emmy hasta Stephanie y Judith, creo que hay un montón de temas en los que puedo pensar, con los que me identifico y que son importantes para mí dentro de sus historias. Yo diría que los tres son personajes con los que me identifico mucho.»

Algo que nos llamó la atención de «Seagrass» fueron sus elementos visuales. Están relacionados con la naturaleza, con las plantas, con el mar.

¿Qué te inspiró visualmente para contar esta historia?

«Creo que el océano desempeña un papel temático importante en la película. En la proyección en el Festival de Mar del Plata mencioné que muchos japoneses canadienses fueron encarcelados durante la década de 1940. En concreto, fueron expulsados a la fuerza de la costa, por lo que sabía que el entorno costero de la Columbia Británica era muy importante para el simbolismo de la película.

También me parece interesante que esta familia esté literalmente aislada en una isla, así que el tema del agua y de estar rodeados y envueltos por el agua era algo que estaba muy presente, como parte de la trama de la historia. También creo que la cueva es un gran elemento simbólico natural del guion. Para mí, fue bastante intuitivo cómo surgió, era algo que también estaba en los primeros borradores del guion. Me atrajo mucho la idea de la cueva porque para mí reflejaba los temas: gente que mira fijamente a un espacio oscuro y desconocido y no sabe cómo entenderlo o cómo darle sentido. Para mí, la cueva también era un gran elemento simbólico del guion.»

Sabemos que la película está protagonizada por una familia: una pareja y dos niñas. ¿Cómo fue el proceso de trabajar con niños desde el casting hasta el final de la producción de la película?

«El casting fue interesante porque es muy difícil encontrar niños con tanto talento. Nyha Breitkreutz y Remy Marthaller interpretaron a las dos hijas y me quedé alucinada por lo increíble que fue su trabajo todos los días en el set. Trabajé mucho con los directores de casting canadienses. También teníamos un director de casting estadounidense que era fantástico, pero los directores de casting canadienses eran los que seleccionaron a los niños. Escribieron, literalmente, a todas las escuelas de interpretación de Canadá en busca de estos chicos, así que tuvieron que rebuscárselas mucho para encontrarlos. Los contratamos una semana y media antes del rodaje. Así que fue realmente muy a contrarreloj porque no habíamos encontrado a Stephanie todavía.

Luego, la cinta de Nyha llegó justo cuando yo estaba realmente empezando a entrar en pánico. Afortunadamente, apenas vi la cinta dije: ‘Tenemos que hacer una audición con ella rápidamente’. Lo arreglamos muy rápido. Y en un par de días, las dos vinieron a Gabriel Island, donde estábamos rodando. Trabajar con ellas fue como trabajar con cualquier otra persona.

Hicimos algunos ensayos, pero no estábamos realmente como para repasar demasiado todas las escenas porque me di cuenta de que es mucho para una niña de seis años. Especialmente para ella iba a ser muy aburrido practicar diálogos por horas. Así que decidí hacer unos juegos teatrales como para conocernos en los ensayos. De a poco, también iba agregando algunas partes de las escenas para ver si funcionaba.

En el caso de Remy, que interpretó a Emmy, creo que es tan creativa que podía darle instrucciones directas y que no fueran demasiado obvias. Creo que ella fue realmente capaz de encontrar su manera de hacerlo. Así que fue diferente para todos ellos. Pero fue maravilloso trabajar con ellos en general.»

Y aparte de encontrar a las niñas, ¿te enfrentaste a algún otro gran desafío a la hora de llevar a cabo esta producción?

«Hubo muchos retos. Y, por supuesto, todos ellos conforman la identidad del rodaje y de la película. Creo que reunir los fondos fue un gran reto. Fue una lucha constante para conseguir los recursos que necesitábamos. Además, tuvimos que rodar en junio porque yo quería que tuviera esa sensación de verano caluroso. Pero ese junio en particular, llovió como 23 días o algo así. Cada vez que programábamos algo en el exterior, como una escena en la piscina, nos enterábamos de un nuevo pronóstico de lluvia. Así que todo lo que habíamos programado tuvo que ser reprogramado.

También estábamos en esta pequeña isla fuera de Vancouver. Así que teníamos que tomar un ferry desde Vancouver a Vancouver Island y luego otro ferry desde Vancouver Island a esta pequeña isla. Así que básicamente fue como un desafío logístico bastante grande porque también tuvimos que organizar a todos los que venían y se iban.»

“Seagrass” fue parte de la competencia internacional aquí en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. ¿Qué te llevás de la experiencia de llevar tu película a otro país, que está muy lejos de Canadá?

¿Cómo lo viviste?

«Fue genial. Me divertí mucho en Mar del Plata. No solo me impresionó sino que me resultó muy reconfortante la cantidad de gente que vino a ver las películas. Todos los que conocí fueron realmente muy amables.

‘Seagrass’ es una película que en sí es muy canadiense, aunque creo que la gente de Estados Unidos también se sentiría identificada con ella, porque también hay una gran población japonesa-estadounidense, y tienen una historia similar. Pero fue muy especial compartirla en otra parte del mundo, hablar de algunos de los temas y ver hasta qué punto la gente se identifica con ella en Argentina, a pesar de estar ambientada en un lugar muy diferente.»

¿Cuáles son los próximos pasos para esta película?

¿Va a estrenarse en salas de todo el mundo? ¿Va a participar en otros festivales de cine?

«Sí, participaremos en otros festivales, pero aún no puedo mencionarlo. También vamos a estrenar la película en cines, sin duda en Canadá, quizás en Estados Unidos y, con suerte, en otros países. Aún no estoy segura del plan exacto, pero espero que se proyecte en tantos lugares como sea posible.

También espero que en algún momento esté en línea en una plataforma de streaming, porque creo que en muchos sentidos esa es la mejor manera de llegar a un público más amplio y para que la película perdure en el tiempo.»

¿Te encontrás trabajando en algún otro proyecto o escribiendo algún guion?

«Sí, estoy escribiendo, intentando escribir, que es lo que siempre se siente al escribir. He estado escribiendo y tratando de tomarme mi tiempo con ello y no estar demasiado estresada. Mis escritos tienen temas similares a ‘Seagrass’, pero también son muy diferentes.»

Será cuestión de esperar la llegada de “Seagrass” a los cines o plataformas de streaming – ojalá todos puedan verla muy pronto ya que propone una historia y una estética diferente a la que estamos acostumbrados.

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Artículo elaborado especialmente para puntocero por Bruno Gabriele y Lucía Giovagnoli.