Ya estamos en la recta final de las elecciones presidenciales de 2019 y este domingo 20 de octubre la Facultad de Derecho fue el escenario del segundo debate presidencial aunque, podríamos decir, la segunda parte de un largo debate que empezó en Santa Fe la semana anterior.
En esta oportunidad, los temas sobre los que los candidatos expusieron fueron Seguridad; Empleo, Producción e Infraestructura; Federalismo, Calidad institucional y Rol del Estado y Desarrollo social, Ambiente y Vivienda.
Tal como ocurrió en Santa Fe, Mauricio Macri y Alberto Fernández acapararon la atención, aún más que en el primer debate. Los cruces fueron más fuertes y directos. En este panorama, José Luis Espert y Nicolás Del Caño intentaron atacar a ambos contendientes mientras que Juan José Gómez Centurión y Roberto Lavagna volvieron a quedar desdibujados. El primero con recurrente falta de timing, mientras que el exministro de Economía volvió a fallar en intentar imponer ideas y hasta se lo vio perdido.
Presentación
Juan José Gómez Centurión, de Frente NOS, cuestionó que las críticas se centraran en su falta de aprovechamiento del tiempo para exponer y no se hablara «de mis 20 propuestas, no me preocupa, tengo un proyecto concreto de nación para rescatar a Argentina del fracaso. Y no un conjunto de buenas normas simpáticamente contadas. No vengo a ser políticamente correcto, vengo a hacer lo que hay que hacer y lo que la Argentina necesita que se haga».
El presidente Mauricio Macri sostuvo que la disyuntiva que tiene la gente es poder «elegir en qué tipo de país queremos vivir. No se elige solo al presidente, se elige en qué sociedad vamos a vivir con nuestras familias. Es importante saber la trayectoria de los candidatos. Yo siempre he sido coherente con las ideas que defiendo, ustedes saben lo que pienso lo que hice y lo que voy a hacer”.
Desde el Frente de Izquierda, Nicolás del Caño manifestó que desde su Partido se criticó el formato de debate y reclamó que haya un debate real, con preguntas y repreguntas entre los candidatos. «Pero no tuve respuesta de las otras fuerzas políticas. Espero que hoy debatamos en serio. Que contesten las preguntas, que digan la verdad, que no mientan».
Por su parte, Roberto Lavagna (Consenso Federal) señaló que «los errores que no se reconocen son errores que se repiten y en eso los argentinos tenemos mucha experiencia y por eso cada 15 años tenemos una crisis. Dije también que tenemos una cierta habilidad para correr los temas al costado y que eso era un peligro. Los pueblos no tienen una paciencia infinita».
José Luis Espert, del Frente Despertar, reiteró su argumento de que los dos competidores principales son «parte responsable de un sistema que te destruye a vos, me destruye a mí y nos destruye a todos los ciudadanos de a pie. Nunca lo quieren cambiar. Solo se alimentan de él o lo alimentan. Están mutando para reproducirse y no morir nunca. Este virus está comiendo las raíces de la Argentina. Tenemos que cambiar».
Finalmente, Alberto Fernández (Frente de Todos) aprovechó el ámbito en el que se desarrolló el evento y mencionó que «sabemos que un presidente no se debe involucrar en la Justicia, que no debe firmar decretos que favorezcan a sus hermanos. La verdad que mi índice solo marca errores y solo marca inconductas. Sería bueno que nos dediquemos a estos índices, el de desocupación, el de pobreza, la inflación, este año y este mes nos dio tanto que hablar. Ocupémonos de lo importante».
Seguridad
Del Caño remarcó que muchos miembros de las fuerzas de seguridad formaron parte de la última dictadura cívico militar y apuntó contra la ministra Patricia Bullrich, a la que acusó de ser «responsable política de las represiones que terminaron con la muerte de Maldonado y Nahuel» y comparó a Miguel Ángel Pichetto con Micky Vainilla, el personaje humorístico que inventó Diego Capusotto. Además, propuso crear «una comisión independiente conformada por víctimas y familiares de víctimas de la violencia institucional, organismos de Derechos Humanos y otros sectores para ir a fondo y terminar con este entramado mafioso.
Espert afirmó que la inseguridad es una de las principales preocupaciones de «los argentinos que sufrimos la inseguridad… es un el problema tan grosero como casi todos nuestros problemas que se puede empezar a cortarlo por algo muy grueso. Nosotros, la política, estamos del lado del inocente o de los delincuentes como la doctrina de ese exjuez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni». Por el contrario, señaló que «nosotros estamos del lado de la víctima de los que sufren la inseguridad por eso le vamos a dar todo el apoyo necesario a las fuerzas policiales». «Tenemos que terminar con el garantismo. Vamos a bajar la edad de imputabilidad a 14 años, delito de adulto, pena de adulto. Además, las penas serán de cumplimiento efectivo y los jueces tendrán discreción solo para acomodarlas en aquellos casos en el que el delito sea menor», manifestó.
Roberto Lavagna se colocó en una posición intermedia: «Ni el gatillo fácil ni la mano dura, ni la fascinación de alguna funcionaria por las armas ni de algún otro por hacer explotar todo. Ni tampoco la mano fofa. Como en el mundo desarrollado: una mano justa, una mano firme» para lo cual hacen falta leyes «claras y aplicables».
Gómez Centurión se centró en el narcotráfico, que «instaló estados paralelos en distintos lugares de la Argentina donde impone sus leyes y sus códigos mafiosos a través de la violencia», y afirmó que «durante el gobierno de los Kirchner se liberaron las fronteras, se liberaron los precursores y el territorio nacional», lo que convirtió a Argentina en un país productor y exportador de droga. En ese punto, sostuvo que el macrismo «optó por una estrategia de incautación de droga, más efectiva para el marketing político que para solucionar el verdadero problema». Como solución propuso «blindar la frontera a través de una estrategia de seguridad integral con el 100% del país radarizado… aprovechando los recursos de las fuerzas de seguridad del capital humano y técnico» para luchar contra el crimen organizado.
Mauricio Macri comenzó criticando a la política del kirchnerismo en la materia y afirmó: «Nosotros somos distintos a ellos, abandonan a las victimas del delito, alientan los barrabravas, descuidaron la frontera; cuando Fernández fue jefe de Gabinete llegamos a importar 20 mil kilos de efedrina, hoy importamos 20. Esos 20 mil kilos sirvieron para producir droga y ser productor de narcotráfico internacional. Así son ellos, no van cambiar». Asimismo, se diferenció en lo que hace al terrorismo y sostuvo que «también estamos en posiciones diferentes, condenamos a Hezbollah como organización terrorista y el kirchnerismo quiso encubrir a los responsables del atentado en la AMIA».
Por último, Alberto Fernández explicó que «no hay soluciones fáciles» contra la inseguridad. «Es más fácil hablar de mano dura, pero el problema está directamente vinculado a la desigualdad». Y propuso la creación de un Consejo de Seguridad para que estos temas se aborden como una política de Estado. Cuestionó a Macri en la temática de droga y aseguró que el «consumo de droga haya aumentado en estos años, eso quiere decir que el negocio está proliferando». «Tenemos que ser serios, presidente. El año pasado hubo 3.200 personas asesinadas, no creo que sus familias se hayan sentido protegidas por usted», señaló.
Empleo, Producción e Infraestructura
Lavagna precisó que «empleo, producción e infraestructura son tres elementos muy importantes» pero ninguno tiene solución en el marco de una economía que lleva 8 años estancada, incluidos dos años de reducción del nivel de actividad». En ese marco, afirmó que «solo en una economía en marcha es posible hablar de empleo de producción y de infraestructura. Hace falta un programa de empleo para absorber 200 mil puestos nuevos que deben crearse cada año y el desafío de 2 millones de puestos de trabajo en un nuevo mandato de 4 años». Para esto, señaló hay que crear programas de formación para jóvenes y hacer crecer la economía un 4%al año para duplicar el ingreso de los argentinos en una generación» y generar empleo e infraestructura.
En este bloque, José Luis Espert renovó su ataque a los gremios y sostuvo que «las leyes laborales de Argentina basadas en la carta de Mussolini no han servido para mejorar la situación de los trabajadores, solo han servido para fortalecer una corporación sindical que los ha transformado en general a nuestros sindicalistas en una verdadera cofradía feudal, corruptos, delincuentes… sindicalistas ricos y poderosos, y los trabajadores con nada. Es necesario derribar definitivamente el edificio legal sobre el cual se han construido las relaciones laborales en Argentina. Tenemos que eliminar la indemnización por despido y reemplazarla por un subsidio de desempleo mucho más generoso en el tiempo y en el monto», sentenció y pidió descentralizar las negociaciones colectivas.
El candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, subrayó que «Argentina hoy tiene la tasa de desempleo más alto de los últimos 13 años, es razonable, tenemos un presidente que piensa que el trabajo es un costo y consecuentemente no le preocupa mucho el trabajo, ha cerrado el ministerio y ha dejado que el desempleo ocurra porque finalmente siempre pensó, que los desempleados puedan reconvertirse en emprendedores». También criticó al actual mandatario por haber ‘uberizado’ la economía y hacer que los trabajadores pierdan derechos y los empleadores se quiten obligaciones. «El trabajo en blanco es la mejor garantía de paz social. Hemos perdido mucho trabajo porque la economía no para de caer», concluyó.
Gómez Centurión, del Frente NOS, cuestionó el tamaño del Estado e indicó que «más del 50% del PBI es el Estado, con esto disfrazan la desocupación que generan con sus propias políticas y se olvidan que el gran empleador no es el Estado, debe ser la producción, si no hay producción difícilmente pueda haber trabajo». «Hay que generar condiciones donde la producción se desarrolle. Dentro del concepto de la reforma laboral lo que pensamos es incorporar más de un millón de empleados al mercado laboral y privilegiar claramente el empleo de los jóvenes, pasantías y formalización el trabajo rural mediante incentivos a los productores», señaló y agregó que a eso se le suma la falta de infraestructura «caracterizada por la corrupción» durante el kirchnerismo y, aunque eso ha mejorado, «hay que poner foco en las prioridades, tiene que estar en la producción y la exportación».
Mauricio Macri respondió al ataque de Fernández y señaló que «ellos hablan de empleo, pero entre 2011 a 2015 se estancó la generación de empleo. Pasada la elección saliendo de la incertidumbre política, Argentina va a volver a crecer. Generamos más de un millón de puestos de trabajo pero muchos informales, el desafío sigue siendo formar empleo formal de calidad». Para eso, Macri indicó que «la propuesta es una economía estable, reducir impuestos en las pymes y seguir con las mesas también para generar empleo hay que generar el país y para eso hay que conectarlo y hay que hacer muchas obras, en la obra pública había una matriz de corrupción, y no lo digo yo, lo dicen los jueces».
Cerró este bloque Nicolás Del Caño, quien criticó a Macri y sostuvo que «jamás va a poder entender lo que sufre una familia trabajadora cuando se queda sin empleo. Nos deja con 2 millones de desocupados. Y sigue con la misma agenda de siempre, la de las patronales, la del FMI. Ahora quieren avanzar reformulando los convenios sector por sector, para quitarles derechos a los trabajadores» y remarcó que es con la complicidad de las burocracias sindicales y «lo quieren hacer con Alberto Fernández». «El FIT propone una salida de fondo. Repartir las horas de trabajo entre ocupados y desocupados. Reducir la jornada laboral. También planteamos un plan de obra pública para crear empleo, construir hospitales y escuelas. Los recursos están, el problema es que se los fugan con la deuda. Por eso proponemos una banca nacional única», finalizó el postulante de Izquierda.
Federalismo, Calidad institucional y Rol del Estado
Comenzó exponiendo Espert, quien criticó el régimen actual de coparticipación de impuestos por ser un sistema «en el cual hay una solo que recauda, la AFIP y 24 gobernadores que gastan. Como consecuencia, nadie paga el costo político de subir el gasto público que el sector privado no puede pagar y promueve la gestión irresponsable de los fondos públicos». Esta «redistribución regional de recursos, puede hacer que el pobre de una provincia rica esté financiando al rico de una provincia pobre. Por lo cual vamos a eliminar la coparticipación, que las provincias financien sus gastos propios con recursos propios más los recursos federales que el gobierno le transfiera para financiar los gastos en salud y educación que tienen que volver a ser un objetivo federal», expresó.
Alberto Fernández señaló que Argentina no es un país federal, «es un país en donde el Gobierno Nacional concentra mucho poder y las provincias mendigan la parte que les toca», en crítica a la propuesta de Espert. «Este modelo de país ha sido muy ingrato, no hay una Argentina central y otra periférica, es una Argentina» y remarcó que «debemos hacer es el esfuerzo para que todos los argentinos seamos tratados del mismo modo», en «un país que permita que el que nace en cualquier latitud pueda crecer, desarrollarse y trabajar en el mismo lugar que ha nacido».
En su habitual ataque al Gobierno Nacional, afirmó que «así como el federalismo se ha deteriorado en este tiempo, mucho más se deterioró la calidad institucional en este tiempo. El presidente Macri vino diciendo que iba a poner orden, pero lo primero que hizo fue poner dos jueces en la Corte por decreto» y «designó jueces a su antojo, persiguió a otros jueces, vació una Cámara Federal, un día, en el mismo gobierno, decidieron que la corrupción no se llamé así y empiece a llamarse conflictos éticos».
El contraataque de Mauricio Macri llegó rápido y sostuvo que «el kirchnerismo habla de federalismo después de prepotear a propios y ajenos con látigo y chequera, gobernadores y diputados». «Nosotros de verdad creemos en el federalismo, trabajé desde el primer día codo a codo con todos los gobernadores independientemente de su pertenencia política, pasamos de darles el 40% de los impuestos nacional a darle el 50», añadió y manifestó que «todo el tiempo hablan del Estado, nos dejaron uno sin estadísticas, sin controles y lleno de militantes. Hoy tenemos un Estado moderno, sin papel todo electrónico, simplificando los trámites. Le hemos devuelto millones de horas a los ciudadanos».
Gómez Centurión sostuvo que «resulta un sarcasmo hoy hablar de calidad institucional cuando las dos fórmulas que proponen la polarización en la Argentina están unidas sutilmente por algún punto de corrupción. De un lado, el paradigma de la corrupción con una candidata a vicepresidente con ocho procesamientos y liderar una verdadera cleptocracia, del otro lado cierto grado de complicidad de esta corrupción».
Nicolás del Caño siguió en la misma línea al manifestar: «Hemos visto cómo se tiran acusaciones de los dos lados. Dicen medias verdades. Ni siquiera funcionarios del gobierno anterior niegan que haya habido corrupción. Pero usted Macri habla de transparencia cuando bajo su gobierno hubo un decreto para salvar a su familia de la deuda que tenían con el Estado, de cuando manejaban el correo y evadían impuestos». «Se jactan de democráticos, pero vetó las únicas leyes que salieron a favor del pueblo desde el Congreso: las que prohibían los despidos y la que limitaba las tarifas. Mandaron la ley de reforma previsional para robarle a los jubilados cuando un 80% de la población estaba en contra». «El broche de oro fue el pacto con el FMI, a espaldas del pueblo. Ahí ni se les ocurrió mandar una ley al Congreso, tanto que hablan del respeto a las instituciones», señaló Del Caño.
Roberto Lavagna puso el foco en la organización territorial y poblacional y subrayó que «nada más lejos del federalismo que el proceso de expansión permanente del Conurbano en condiciones de salud, saneamiento, educación, manejo de basura y de la seguridad deficiente. Esto exige un replanteo territorial del país y en eso estamos trabajando». «Hace falta una política tributaria y una política crediticia a favor del interior e infraestructura». «El vaciamiento del interior en beneficio del Conurbano está hundiendo economías regionales que tienen un enorme potencial y cumplen además la función de ocupar territorio».
Desarrollo Social, Ambiente y Vivienda
El último bloque temático comenzó con la exposición de Alberto Fernández, nuevamente atacando a Maricio Macri. «Definitivamente no nos parecemos en nada, presidente, y cuando entramos en el tema de la pobreza es donde menos quiero parecerme a usted. Cuando usted termine su mandato la Argentina va a tener un 40% de pobres, hoy mismo, los chicos de 14 años, 1 de cada 2 fue atrapado por la pobreza. Hay 3 millones y medio de argentinos que cayeron en la indigencia, gente que no tiene las condiciones mínimas para sobrevivir dignamente», señaló Fernández y recordó la promesa presidencial de Pobreza Cero pero «mintió, es lo único que supo hacer, mentir una y otra vez. La pobreza la multiplicó, eso fue muy grave, pero lo más grave es cómo multiplicó el hambre», algo que nos debe avergonzar. «Nosotros nos vamos a ocupar de que el hambre se termine, y vamos a ocuparnos también de cuidar el medio ambiente, porque es imperativo. El cambio climático nos está exigiendo y vamos a crecer de un modo sustentable. Vamos a crear crear un Ministerio de Vivienda, porque en esta Ciudad hay 7 mil personas que deambulan sin encontrar un techo y es la Ciudad más opulenta de la Argentina. Necesitamos darles a los argentinos una vivienda, y vamos a construirlas. Vamos a movilizar la economía y darles a los sectores medios la posibilidad de acceder a un crédito para que puedan tener su primera casa».
Gómez Centurión cuestionó la política de planes sociales y argumentó que fracasaron. «Desarrollo Social debe ser lo opuesto al asistencialismo, dejando un tejido social fuerte y con capacidad de acción. Si seguimos aplicando las recetas fracasadas del pasado vamos a llegar exactamente al mismo resultado», expresó y manifestó que «es muy difícil desarrollar la cultura del ahorro en la argentina cuando más del 50% de nuestros ingresos pagamos impuestos para sostener la corporación política. El aumento de los planes sociales en la Argentina va en paralelo con el empobrecimiento de la Argentina, con una economía que cae sistemáticamente».
Mauricio Macri señaló que «es indignante oírlos hablar de pobreza, no les creo nada. Gobernaron 24 de los últimos 30 años y la única idea genial que tuvieron fue ocultarla. Es inmoral ocultar la pobreza. Ellos siempre han usado a los pobres, y han hecho clientelismo y las imágenes de tristeza que hemos visto esta semana en La Matanza, 30 años gobernando y no pudieron hacer una obra. Nosotros gobernamos 12 años la ciudad y hace años que no se inunda». El presidente sostuvo que «nos ocupamos de la pobreza, por eso la empezamos a medir y decir la verdad. Y ocupándonos logramos llegar a la pobreza más baja de los últimos 25 años en diciembre del 2017, lamentablemente la crisis tiró atrás lo que habíamos logrado» y afirmó que «seguimos trabajando en las cosas estructurales, 2 millones de personas recibieron agua y cloacas. Nos hemos comprometido en el próximo gobierno a darle cloacas a todo el país. También nos ocupamos de los que tenían plan, les metimos en planes de capacitaciones. Lo que queremos es que sean libres, que no los sigan usando que sigan siendo parte de un aparato clientelista».
Nicolás Del Caño volvió a ligar a kirchnerismo y macrismo, «me quiero referir a un pacto donde no hay grieta. Un pacto de contaminación y saqueo de los recursos naturales. Esto lo vemos en la minería, donde las empresas se llevan millones y nos dejan contaminación de nuestros ríos. En el gobierno anterior se vetó la ley de glaciares. Este gobierno les quitó las retenciones a las mineras». También mencionó complicidades en el acuerdo con Chevron y con las consecuencias del fracking y Vaca Muerta y los daños a las comunidades originarias.
Espert destacó que «el promedio de la pobreza en los últimos 30 años ha sido muy estable, en un 30%. Casi un tercio de la población argentina ha estado bajo la línea de pobreza. Podría enumerar infinidad de medidas puntuales para luchar contra la pobreza, pero como en el caso de la seguridad, nuestro problema es grosero». «Para luchar contra la pobreza no hacen falta 10 millones de medidas diferentes, sino que hace falta crecimiento sostenido. Ese es el milagro de los países que han empezado a lograr sacar a esa población de la pobreza, lo han hecho los chinos, los surcoreanos, los vietnamitas, los mexicanos, peruanos, chilenos, paraguayos», finalizó el economista.
El cierre del bloque estuvo a cargo de Roberto Lavagna, quien aseguró que «los últimos dos gobiernos confundieron desarrollo social con reparto de planes. Es algo bien distinto, es integración social, es salud, educación y trabajo. El tema del trabajo es el único que dignifica al ser humano y volvemos a ese plan de 2 millones de puestos de trabajo en un periodo presidencial. Es posible, ligado a la pyme, a la formación profesional y a las políticas para favorecer la formación de los jóvenes. Nuestra sociedad corre un riesgo. Acostumbrarse a la pobreza».
Cierre
Nicolás del Caño: «Macri se va en poco tiempo, pero quedan la crisis, el FMI y los gobernadores del Frente de Todos que fueron cómplices del ajuste. Cuando los gobiernos intentan aplicar los planes de ajustes los pueblos salen a la calle y dicen basta. No es cierto que se pueda pagar una deuda ilegal sin que la gente salga a la calle. Es importante que nos acompañes el próximo domingo para que la Izquierda se haga más fuerte».
Roberto Lavagna: «A riesgo de ser considerado ingenuo, pido un acuerdo de tres puntos: nadie que tome el poder va a creer que va a tomar el poder todo y para siempre. El diálogo debe ser permanente. El crecimiento y la generación del empleo debe ser tomado como un acuerdo básico. Viva la patria».
Mauricio Macri: «Queridos argentinos, a lo largo de las últimas semanas el kirchnerismo volvió a ponerse agresivo tal cual su historia y es por lo que está pasando en la Argentina, lo que están haciendo ustedes, lo que hemos vivido en estas semanas, lo que pasó en la 9 de Julio, en distintos puntos del país y hasta en el exterior. Cientos de miles de argentinos marchando con alegría, en paz y con libertad, convencidos de que con corazón y con fuerza vamos a dar vuelta a esta historia, pero no solo a una elección sino a la historia de la argentina. Y yo quiero decirles que todos los esfuerzos que hemos hecho no han sido en vano, hoy estamos mucho mejor parados para arrancar hacia el futuro que todos queremos Y esto que están haciendo en cada lugar, tan genuino y auténtico con tanta fuerza y amor es lo que va a cambiar definitivamente la historia de nuestro querido país, que lo tiene todo para salir adelante y esta es la oportunidad que estábamos esperando. Los espero el 27 que nos acompañen para no dar solo vuelta a la elección sino a la historia de la Argentina».
Juan José Gómez Centurión: «Quiero ser el presidente que rescate a la Argentina del fracaso de los últimos gobiernos, vengo a proponerles un proyecto de nación sin grietas y con más federalismo. Un país con orden, con cultura del trabajo, con respeto a la autoridad, con premios y con castigos. Sé que el miedo que se infunde desde el poder hoy influye sobre los votantes, pero vengo a representar un espacio que hasta ahora no ha tenido voz en la política. No tengo miedo de enfrentarme al progresismo cultural ni a las mafias o a la corrupción que ha destruido los valores de una Argentina que una vez fue muy grande. Nuestro voto solo es útil si sirve a la patria, yo vengo a ponerle patria a la política argentina».
José Luis Espert: «A lo largo de estas más de dos horas de debate, desde mi punto de vista mis competidores han demostrado que son parte del problema y no de la solución a la decadencia argentina. Señor presidente, ahora grita por todos lados ‘Sí se puede’ pero en 4 años no pudo, no supo o no quiso. Usted Fernández, si hace el grueso de lo que dice que va a hacer, a la Argentina le va a generar una crisis que va a dejar chiquitita a la crisis de Macri. Hemos venido para quedarnos, para continuar, para defenderlos a ustedes, a la gente de trabajo y esfuerzo, para defender a los jóvenes, que creen que hoy la única salida es Ezeiza. Cuidado con nosotros, los chantas y chorros, vamos a ser su peor enemigo. Argentina tiene un gran futuro, ese futuro es liberal y ya comenzó».
Alberto Fernández: «‘Tantas veces me mataron, tantas veces me morí. Sin embargo, estoy aquí resucitando’, lo decía María Elena Walsh, que definía a la Argentina mejor que nadie. Esa es la historia de nuestro país. Plagada de golpes. Un día llegaron los genocidas, se cargaron de muertos a la Argentina, de exiliados, torturados. Vino Martínez de Hoz, vino la Guerra de Malvinas y después vino la inflación, el Plan Bonex, el corralito, el default. Y un día llegamos con Néstor y Cristina y pusimos a la Argentina de pie, pero entonces llegó Macri. Y acá estamos de vuelta empezando otra vez. Vamos a ponernos de pie, que en la grieta se queden ellos, vamos a abrazarnos todos, porque la Argentina puede crecer y nos merecemos el país que todos soñamos. Muchas gracias».Las cartas están echadas, la mayoría de las palabras ya se dijeron, solo quedan los cierres y después la decisión está en vos, en tu voto. La historia de Argentina está en manos de su gente.
Las cartas están echadas, la mayoría de las palabras ya se dijeron, solo quedan los cierres y después la decisión está en vos, en tu voto. La historia de Argentina está en manos de su gente.