El pasado jueves 24 de noviembre la Asamblea Nacional aprobó inscribir el derecho al aborto en la Carta Magna de 1958.
Con 337 votos a favor y 32 en contra, la Cámara Baja aprobó incluir en la Constitución francesa el acceso al derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.
En este sentido, se trata de una iniciativa que, tomando el retroceso estadounidense y de algunos países europeos en este aspecto, apunta a un blindaje del derecho.
A estas experiencias hizo referencia Mathilde Panot del partido de oposición La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) al expresar: «Quiero dedicar esta victoria histórica (…) a las mujeres de Estados Unidos, a las mujeres de Polonia, a las mujeres de Hungría, cuyo derecho al aborto está siendo restringido”.
Cabe destacar que, para convertir el aborto en un derecho constitucional, el Senado debe aprobar sin cambios la propuesta de los diputados.
De este modo, a menos que se presente un proyecto de ley desde la presidencia, por tratarse de una iniciativa parlamentaria se sometería a un referéndum para lograr la aprobación definitiva.
