“El frío en los huesos” es, al inicio, una película de las llamadas “invasión al hogar”, donde uno o varios sujetos toman de rehenes a los habitantes de una casa. Desde esa idea, la historia puede dispararse para diferentes rumbos, sin embargo, hay una serie de lugares comunes dentro de este subgénero como, por ejemplo, saber que las víctimas están en inferioridad de condiciones en comparación a los invasores. En los últimos años se vio una gran cantidad de ejemplos en los que este perfil de personajes se subvierte por completo, y los roles se cambian: los adentro son la amenaza y los visitantes los que están peligro.
La nueva película de Matthias Hoene -cuyo prontuario no es el mejor- presenta a una familia conformada por mamá (Joely Richardson), hija adolescente y marido paralítico, quienes reciben una visita inesperada en su granja ubicada en el medio del campo. Los recién llegados son dos hermanos: uno de ellos malherido e inconsciente y el otro recargado de nervios. Por supuesto, mamá decide ayudarlos, a pesar de sus dudas acerca de estos individuos. Mucho no tardarán en poner en relieve los prejuicios de la jefa de familia, el joven inconsciente ya recuperado muestra desesperación por contactar a un tal Mac para que los recoja y seguir camino. En los dos hermanos hay un misterio, pero no es el único.
“El frío en los huesos” focaliza su preocupación por no ser una historia más de invasores al hogar y, como consecuencia, ubica todos sus recursos para intentar sorprender con trucos ya utilizados de la misma forma en otras producciones recientes. Entre todos los tiros disparados, hay subtramas más inteligentes y cautivantes que otras, escenas más logradas en su búsqueda por espantar y una crueldad inglesa (la película es de Reino Unido) la cual recién llega -para colmo- en los últimos minutos. Si Hoene hubiera abrazado la cualidad del horror conceptual y el sadismo de algunos personajes para hacerlos carne en lo retorcido de la historia, todo funcionaría de forma más orgánica. Hay por lo menos tres o cuatro películas posibles dentro de esta historia unida por retazos y que cualquier espectador cinéfilo podrá advertir cuales son.
Sin dejar de ser entretenida por la propia dinámica del relato, “El frío en los huesos” resulta ser un producto digno de plataformas, y no por su concepción en el sentido de la amplia accesibilidad en términos narrativos, el agrupamiento de nombres populares en el elenco, etcétera, sino por representar a un tipo de películas pequeñas, algo salvajes y sin demasiadas pretensiones. Simplemente para ver, disfrutar lo que se pueda durante su curso y olvidarla antes de que terminen los créditos.
“El frío en los huesos” («Little Bone Lodge», 2022) de Matthias Hoene cuenta con las actuaciones de Joely Richardson, Neil Linpow, Sadie Soverall, Harry Cadby y Clifford Samuel y puede ver en HBO Max.