El juego sigue

En esta nota te vas a enterar las acciones que lleva adelante la Fundación Unión Argentina de Rugby (FUAR) en lo que respecta a la asistencia y apoyo a los jugadores que sufrieron una lesión medular grave (discapacidad motriz) en un campo de juego. Además, te contamos cómo podes ser parte de esta ONG que cumplió seis años de existencia.

La FUAR es una Organización No Gubernamental (ONG) que depende de la casa madre del rugby nacional y trabaja con los deportistas que sufrieron lesiones que derivaron en algún grado de discapacidad.

FUAR nació en 2015 con el objetivo de trabajar y brindar asistencia no solo con los lesionados graves dentro de un campo de juego, sino también con el entorno del jugador. En otras palabras, está ONG está presente desde el momento del accidente para dar contención tanto al jugador como a su entorno y para toda la vida.

La fundación dice presente desde el equipamiento específico para cada lesión (sillas de ruedas y otros accesorios), pasando por dispositivos informáticos para que las personas cuadripléjicas puedan comunicarse mediante internet, hasta una contribución económica de acuerdo a cada situación.

«El juego sigue» es el lema de la ONG referente dentro del rugby argentino en lo que respecta a la asistencia a los deportistas que quedan lesionados tras una acción desafortunada de juego. Para llevar adelante las diferentes tareas de asistencia, se financia con el aporte de diferentes organizaciones y con el sorteo de prendas autografiadas de jugadores o equipos que, de alguna manera, están involucrados más directamente en la causa. Además, administra el Fondo Solidario, que se mantiene mediante los fichajes de todos los jugadores del rugby nacional y asiste financieramente a quienes no cuenten con una cobertura médica en lesiones leves y graves (sean jugadores/as o referís).

Ignacio Rizzi es el gerente general de la FUAR desde su comienzo y es uno de los lesionados graves que tuvo el rugby. Formado deportivamente en San Isidro Club, optó por continuar su carrera en Francia, más precisamente en el Villenueve S/Lot. En octubre de 1990 su vida cambió para siempre: en una jugada desafortunada, un jugador cayó sobre su cabeza y se produjo el desplazamiento de su quinta y sexta vértebra, las cuales tocaron su médula espinal. En el Viejo Continente se operó, realizó su recuperación y volvió a Argentina en 1993.

Para aquel entonces, Rizzi se metió de lleno en Rugby Amistad, una organización que puede considerarse como el paso previo de FUAR. Muchos años le llevó a la UAR aceptar y acompañar el trabajo de este tipo de ONG. Años más tarde, Agustín Pichot le propuso ser la cabeza de FUAR para que se continúe con el trabajo realizado.

Actualmente, 32 son los jugadores que reciben asistencia, apoyo y todo lo que necesiten por parte de esta institución que cambió dolor por pensar en el ahora y en el mañana. «El juego sigue» no solo es una frase hecha, es un lema que dura para toda la vida.

Cómo se dijo antes, FUAR recibe donaciones de distintos sponsors y también maneja el Fondo Solidario, en el que aportan todos los rugbiers del país. Además, una persona puede aportar a una causa más que noble con un solo clic: debe ingresar en fuar.org.ar y verá un cartel que invita a que cada uno forme parte de que aquellos que se vieron imposibilitados puedan continuar con el juego. «Desde el momento del accidente y para toda la vida». El deseo es que no haya un solo jugador más que sufra una lesión que le provoque discapacidad. Pero, si el destino no es el mejor, es muy bueno saber que la FUAR estará allí brindando contención y para siempre.