El mundo se puso raro

Último mes y medio antes de las elecciones, y nos encontramos con caravanas de 20 personas en el Conurbano, homenajes fascistas, insultos al por mayor, propuestas inviables y una inflación «galopante» que nos deja listos para ir a las urnas con un fierro en las manos.

El candidato libertario y sorpresa en las PASO, Javier Milei, organizó una movilización triunfalista en el Conurbano junto al candidato a intendente por La Matanza, el bailantero bobo, también conocido como El Dipy, que conoce muy bien la actualidad matancera viviendo en la Ciudad de Buenos Aires. Había 20 personas… un éxito.

En su raid semanal de verborragia estúpida, el posible futuro presidente dijo que se «puede contaminar el río porque el precio del agua es cero», así que cuando no haya más, los dueños del río van a regular el consumo del agua y ahí no se va a contaminar más. Muy lógico, lo mismo podemos hacer con la atmósfera y el oxígeno.

Como pareció que ponerse del orto con el medio ambiente es de tibio, Milei apuntó un poco más arriba y también le pegó al Papa Francisco por considerarlo un «jesuita que promueve el comunismo», un «personaje impresentable y nefasto» y un «representante del maligno en la Tierra». No me da para defender a la Iglesia, pero este pelotudo está logrando lo imposible.

Por último, cerró la semana con un insulto bien noventoso al referirse al economista Cachanowsky, que cuestiona sus ideas tratándolo de “mogólico”. Obviamente, salió la Asociación de Síndrome de Down a distanciarse de Cachanowsky.

Ojo que la potestad para ser un hijo de puta no solo la tiene Milei dentro de los libertarios, ya que su candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, armó una «fiestita» en la Legislatura Porteña para homenajear a, según ella, los muertos por el terrorismo en los 70′. Acto seguido, bardeó a Estela de Carlotto y a su hija desaparecida. Si llega al poder, lo primero que hace es volver a colgar el cuadrito de Videla.

Como nota de color, en las afueras del recinto hubo una movilización en contra de Villarruel que, además de enfrentamientos con la policía, terminó con una de las candidatas a diputada por LLA, Lilia Lemoine, rociada con nafta. Se nota que anda con guita la Izquierda, muchachos, para la próxima con un chorro de meo en los ojos el resultado es el mismo.

Mientras tanto, en un país paralelo gobernado por el oficialismo, el candidato a presidente y ministro de Economía, Sergio Massa, acusó a Milei por elegir a los perros antes que a los hijos. Ese es el nivel de discusión política de nuestro país, somos inviables.

Por otro lado, sigue con su batería de medidas proselitistas, ahora congelando los precios de luz y gas hasta noviembre, lanzando un plan de Precios Cuidados para autos, y dijo que cuando gobierne elimina el Impuesto a las Ganancias. Lo que pasa que ahora como ministro se le complica tomar decisiones económicas.

Atención. Último momento. El Presidente de la Nación convocó a una conferencia de prensa pero, bueh, como está muy ocupado la mandó a su vocera, Gabriela Cerruti, para transmitirle al pueblo argentino una noticia de máxima trascendencia: el presidente Alberto Fernández firmó un decreto que le sacó una condecoración al exdictador, y difunto hace 17 años, Augusto Pinochet. Por fin medidas que mejoran la vida de los argentinos, y yo que pensaba que el presidente estaba al pedo, últimamente.

En Juntos por el Cambio la campaña y las propuestas también son muy importantes en esta etapa, y quien da claras muestras de sus amplios conocimientos es Patricia Bullrich, que en una entrevista televisiva se despachó con una zaraza espectacular para explicar el sentido de la vida. Nadie la entendió, ni ella misma, por ende, está en el camino correcto.

Por su parte, el posible candidato a ministro de Economía de «Pato», Carlos Melconian, presentó su programa económico y lloró con Alejandro Fantino, indignado por los “pibes que se tienen que ir del país». Pero claro, chicos, quédense y consúltenle a «Carlitos» cómo ser un fondo buitre y llenarse de guita gracias al Estado.

Por último, en un giro esperable según sus volteretas cerebrales, el dirigente social Luis D’Elía pidió que vuelva el servicio militar obligatorio, pero sin militares y que a los pibes les permita terminar los estudios primarios, secundarios y les otorgue un oficio, es decir, que los militares solo serían necesarios para evitar que los pibes se rajen de las escuelas.