El otro lado de la justicia

Matías Scarvaci no solo es un documentalista que se dedica a realizar filmes focalizados en el sistema penal argentino (recordemos su anterior opus «Los Cuerpos Dóciles») sino que, además, es actor y abogado, aspecto este último que le otorga un plus de conocimiento a la hora de encarar y llevar adelante cualquier proyecto vinculado a la temática judicial.

Esto viene a cuento con relación a «El libro de los jueces», su nueva obra, que se estrenará el próximo 18 de mayo en el Cine Gaumont.

En esta propuesta, el realizador bucea en el mundo de dos jueces de ejecución penal, responsables de la supervisión del cumplimiento de las condenas por parte de los reclusos y de las condiciones de detención de los mismos.

Uno de ellos parece más una estrella de rock que un juez por su estilo, su vestimenta, su pelo largo, lo cual se agradece y conlleva una importante reflexión: la forma en el mundo jurídico comienza a dar paso al fondo, y esta profesión, ejercida históricamente por castas aristocráticas, comienza a democratizarse para permitirnos el debate de cuál es el tipo de jueces que esta sociedad necesita y al servicio de qué deben estar.

Conceptos como la justicia son analizados desde una visión más amplia, más abarcativa, pudiendo desafiar el estereotipo que imponen los medios hegemónicos. ¿Cuándo se tiene por purgada una condena? A juicio de algunos familiares de víctimas parecería que nunca.

«El libro de los jueces» se propone un abordaje más humano del mundo de los privados de su libertad, a la vez que instala como posible el concepto de la palabra perdón.

El fuero de la ejecución penal forma parte también de esa justicia anquilosada, pero a la que las cámaras no llegan, tal vez porque la intención sea la de silenciar el mundo de los presos y las condiciones de detención que sufren. En dicho universo dos jueces ponen el cuerpo y no se conforman con ser una figura de escritorio, lo que no es poca cosa.