Fuertes declaraciones del Papa Francisco contra la maternidad subrogada tuvieron lugar durante el inicio del Cuerpo Diplomático en la Santa Sede.
Allí, Jorge Bergoglio expresó: «El camino hacia la paz exige el respeto de la vida, de toda vida humana, empezando por la del niño no nacido en el seno materno, que no puede ser suprimida ni convertirse en un producto comercial».
En esta línea, ante los 184 Estados que se relacionan con el Vaticano, no solo equiparó la subrogación de vientres a una mera actividad comercial sino que, además, la calificó de «deplorable». El Sumo Pontífice dijo: “Hago un llamamiento para que la comunidad internacional se comprometa a prohibir universalmente esta práctica”, enfatizando que «un hijo es siempre un don y nunca el objeto de un contrato».
Por último, en otra instancia de su discurso atacó a lo que considera como «teoría de género», argumentando su peligrosidad, porque «borra las diferencias en su pretensión de igualar a todos».
