Hay un sello inconfundible en el documental argentino, que es el de Andrés Di Tella, realizador que ya lleva casi 40 años abrazando este género desde su impronta personal. Fiel a su estilo, y luego de haber examinado su historia familiar en anteriores propuestas, se centra en esta oportunidad en la historia del escritor y naturalista Guillermo E. Hudson o, debería decir, en cómo la historia de este autor anglo argentino impactó en su vida, en su esencia, en sus pliegues identitarios.
«Mixtape La Pampa», tal el título del film, bucea a través de sus textos y de sus colecciones, en los años de Hudson en nuestro país, mientras que de manera reversa, este director tuvo que exiliarse con su familia en Inglaterra (país del cual su registrado era oriundo), pudiendo recién volver finalizada la dictadura cívico militar argentina.
Durante los años de exilio, este director recibía de manos de su mejor amigo, Javier García Blaya, un mixtape con lo mejor de los temas del rock nacional para su conexión y recuerdo amoroso, amigo este que luego en los créditos nos enteraremos fue el padre de una cineasta argentina, Ana García Blaya, la que también aparece de niña en este documental.
Es precisamente, desde esa búsqueda y esa sensorialidad, que Di Tella se interna en La Pampa para recorrer esos mismos caminos y experimentar, también, esas mismas sensaciones, extrañezas, vivencias y soledades que su sujeto de estudio.
Para ello se nutre del aporte de un entendido en el idioma de los pájaros (Hudson fue amante de la ornitología), una avezada botánica y hasta un gaucho que a sus 95 años diseña maquetas.
Esta obra homenajea, además, a quien supo defender a los pueblos originarios y estableció su temporario lugar de vivienda y asentamiento como “su lugar en el mundo”, y lo resignifica desde su propia experiencia.
Forma y esencia, llanuras vastas y secretos anidados, identidad construida a partir de textos y temas musicales, reflexión y testimonio, todo ello es «Mixtape la Pampa».
El film se podrá visualizar a partir de julio en el Centro Cultural San Martín. Desde la semana anterior se exhibe en Rosario en el Cine El Cairo y, además, en el Club Municipal de Córdoba.