“Jury Duty” es una miniserie de ocho capítulos, en las que se presenta el detrás de escena de un juicio por jurados en una pequeña localidad del condado de Los Angeles.
Lo que podría ser un reality más, ubicado en un escenario hasta ahora virgen para este tipo de formatos, es en realidad una ficción porque todos los participantes (jurados, juez, abogados, sheriffs, etcétera) son actores y actrices… menos uno. Ese “uno” es Ronald, un joven quien verdaderamente cree que está por cumplir los deberes de un jurado, convocado para un juicio civil por daños, algo menor para lo que podría ser una ficción de este tipo, aunque suficiente para ser un disparador narrativo. Todo se ve a partir de los ojos de Ronald, un hombre común rodeado de compañeros excéntricos potables de generar situaciones absurdas.
Entre los miembros del jurado está James Mardsen, el único actor reconocible, interpretándose a sí mismo con ribetes exagerados del estereotipo representado en la estrella de Hollywood promedio: arrogante, egoísta y egocéntrico, entre otras cualidades. Lo especial de invitar a Mardsen a componer este rol es la brillantez justa que posee su aura de figura reconocida: su rostro es familiar, pero no tiene el status de estrella indiscutible.
Tratándose de una idea nacida de Lee Einsenberg y Gene Stupnisky (ambos creadores de la serie “The Office”) es natural que el jurado construya una progresión dramática y de química entre ellos, como si fuera el elenco de una serie ficcional. Así aparecen representados algunos especímenes de la conducta humana, lo cual hace de “Jury Duty”, además de un híbrido entre la ficción y el documental, un gran microscopio sociológico sin esfuerzos.
A pesar de las placas de inicio en cada episodio, el discurrir de la historia se desliza de la dinámica de un juicio hacia los costados ficcionales de cada jurado, algunos con más presencia (el caso de la subtrama de la novia de Noah) y más cercanos a Ronald, porque lo importantes es no mover del eje al único al que sinceramente le importa el caso, ya que todos los demás saben de su falsedad.
Inyectada de buenas dosis de comedia, en especial en los dos primeros episodios y con situaciones increíbles en otros, “Jury Duty” es astuta para trabajar con los procedimientos de la ficción y del documental, y también de la improvisación, ya que muchos de los actores y actrices del elenco son especialistas en eso. Por debajo, en un subsuelo simultáneo, la historia puede generar una discusión y una serie de ideas sobre las acciones humanas de un mismo hecho, pero visto desde diferentes prismas.
“Jury Duty” fue creada por Lee Eisenberg y Gene Stupnisky y cuenta con las actuaciones de James Mardsen, Alan Barinholtz, Edy Modica, David Brown, Mekki Leeper, Kirk Fox, Susan Berger, Cassandra Blair, Ross Kimball, Ishmel Sahid, María Russell, Rashida Olayiwola, Trisha LaFache, Ron Song y la no actuación de Ronald Gladden. Puede verse en Amazon Prime Video.