El trabajo de las comunas

Desde 2016, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), el 1° de septiembre se celebra el Día de las Comunas. El objetivo de este día, y de toda la semana, es informar a los vecinos cuáles son sus funciones.

«La Ciudad de Buenos Aires se encuentra organizada en 15 Comunas que se rigen bajo la Ley 1.777 sancionada en 2005. Se trata de unidades descentralizadas de gestión política y administrativa que, en algunos casos, abarcan a más de un barrio porteño», manifiesta el sitio del Gobierno de la Ciudad. «La descentralización comenzó a discutirse a partir del establecimiento de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con la Reforma de la Constitución Nacional en 1994. La iniciativa se inscribe dentro de una tendencia mundial que incluye a las más importantes ciudades del mundo como Barcelona, New York, San Pablo y México».

Las comunas son organismos descentralizados que fueron creados para acercarle el Estado a la gente y fortalecer la democratización de la gestión de la Ciudad. Esta descentralización le otorga herramientas a la sociedad para participar activamente en la formulación de políticas públicas e incidir en el proceso de toma de decisiones y el control de los asuntos públicos. Además, está comprobado que en las grandes ciudades del mundo la descentralización genera más riqueza y mejora la calidad de vida de sus habitantes.

Al respecto de esta labor, si consideramos que en CABA cada comuna está integrada por 250 mil vecinos, aproximadamente, reunidos por proximidad territorial, las comunas vendrían a ser como pequeños municipios, con competencias exclusivas sobre los espacios verdes y arbolado urbano, y competencias concurrentes que debe articular constantemente con el Gobierno Central.

Por estos motivos, es importante que cada una de las comunas de la Ciudad de Buenos Aires representen a sus barrios y que los vecinos de cada una de las manzanas que las conforman puedan expresar su opinión sobre cómo tiene que abordar el Gobierno cada política pública para mejorar su entorno.

En este sentido, los comuneros deben defender los intereses de su comunidad. Para mejorar la calidad de vida de los vecinos, la Ciudad tiene que escuchar las opiniones de cada uno de ellos, por eso es importante involucrarse y participar.

Finalmente, vale mencionar que «los comuneros somos los servidores públicos que más cerca tenemos que estar de los vecinos, escuchar sus prioridades, ayudarlos a resolver los problemas barriales y alentarlos a que se involucren en las instancias participativas», expresa Federico Wortley, integrante de la Junta Comunal 13. «Cuando la gente se involucra y la descentralización se profundiza, el Estado se vuelve más eficiente».