Tras la primera vuelta realizada el 25 de mayo, había solo dos candidatos que podían ser electos como nuevo presidente colombiano. Uno era el actual mandatario y candidato a la reelección, Juan Manuel Santos, de la Unidad Nacional; y Oscar Zuluaga, del Centro Democrático.
En la primera elección Santos había alcanzado un 25,7% de los votos frente al 29,3 de su contrincante, que apostaba a volver a colocar en la primera magistratura a un candidato del sector político que responde al expresidente Álvaro Uribe.
Pero la ciudadanía decidió darle un segundo mandato a Santos, que se impuso en el ballotage con 7.816.684 votos (un 51%) contra los 6.905.001 (un 45%), con lo cual seguirá siendo presidente hasta el 2018. Estaban habilitados para votar más de 32 millones de ciudadanos y hubo una participación del 47,89 por ciento, casi un 8% más respecto de la primera vuelta. La asunción está prevista para el 7 de agosto de este año.
Un punto clave para decidir el voto era la postura de ambos contendientes respecto de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Mientras que Zuluaga se oponía al trato y negociaciones con los terroristas, una de las políticas de Uribe, el ganador es de una actitud más dialoguista y había anunciado el inicio de una ronda de conversaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda guerrilla del país, con vistas a obtener “una paz integral” y poner fin a cinco décadas de lucha contra las FARC. Por otra parte, era clave en la obtención de más votos los acuerdos con los demás postulantes que habían quedado descartados tras la primera vuelta. Zuluaga se acercó a la conservadora Marta Lucía Ramírez y Santos a la izquierdista Clara López y el independiente Enrique Peñalosa.
Tras escrutarse la totalidad de votos, el ganador y reelecto presidente Juan Manuel Santos expresó que “hoy ha triunfado la unidad. Millones de compatriotas votaron por la ilusión de cambiar el miedo por la esperanza. Estas han sido unas elecciones distintas. Lo que estaba en juego no era el nombre de un candidato, sino el rumbo del país. Los colombianos, incluso muchos que no simpatizaban con mi gobierno, se movilizaron por una causa, la causa de la paz».
«Se movilizaron porque saben que la historia tiene sus momentos, y este es el momento de la paz; el momento de terminar este conflicto, de responderle a todas las víctimas, de reconstruir las regiones azotadas por décadas de violencia. Es el momento de unirnos todos alrededor de un propósito común: la búsqueda de la paz. Ese fue el deseo y el mandato que expresaron hoy los colombianos. Un mandato que recibe con profundo agradecimiento y total humildad», sostuvo Santos.
Frente a sus seguidores que gritaban consignas en favor de la paz y el diálogo con las FARC, Santos remarcó que continuará negociando y hablando con los grupos terroristas, fortaleciendo el diálogo que tiene con estas y que ahora incorporará al ELN al mismo. En ese sentido, el mandatario señaló que “este es el fin y hay que llegar a él con seriedad y decisión. Este es el fin de más de 50 años de violencia en nuestro país y es el comienzo de una nueva Colombia con más libertad y justicia social, de una Colombia en paz consigo misma».
Del lado, el del perdedor, tras reconocer la victoria de su adversario Zuluaga felicitó a Santos y manifestó que “la democracia consiste en eso. Hemos dado una batalla llena de ideas, de propuestas y de ilusión por Colombia. Tuvimos la fuerza, el cariño y la convicción de cada uno de ustedes. La lucha continúa. Mañana será un nuevo día para organizar nuestro partido, el Centro Democrático, una nueva alternativa para Colombia».
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