Fondos buitre: corte contra Argentina

No hubo lugar a la apelación argentina. La Corte Suprema estadounidense ratificó la sentencia del juez Thomas Griesa y de la Cámara Federal por el que nuestro país deberá abonar más de mil trescientos millones de dólares a un grupo de bonistas pertenecientes a los fondos NML, Aurelius, Blue Angel y otros pequeños inversores. Ante el rechazo del pedido argentino que el tribunal intervenga en la causa, la suma deberá ser abonada antes del 30 de junio.
Las otras decisiones que podía haber adoptado el tribunal hubieran sido más favorables a nuestro país, como analizar el expediente y la causa o pedir una opinión al gobierno del presidente Barack Obama. Esta última opción tenía alguna esperanza de concretarse, ya que el gobierno de Estados Unidos había respaldado la negociación argentina.
En febrero de 2012, el juez Griesa dictó un fallo en el que le ordenó a la Argentina pagarle a los fondos Elliot, NML Capital, Dart, Aurelios, AC Paster y Blue Angel el total de la deuda que reclamaban, sin ningún descuento ni disminución. La apelación argentina consideraba que esa postura era discriminatoria respecto de quienes accedieron al canje de deuda de los años 2005 y 2010, haciendo peligrar toda la arquitectura de la reestructuración de deuda.
En octubre de ese mismo año, la Cámara de Apelaciones de New York respaldó el fallo de Griesa y le reclamó al juez que definiera de forma más exacta cómo hacer efectiva su resolución. La respuesta del gobierno argentino, en palabras del entonces ministro de Economía, Hernán Lorenzino, fue que “jamás vamos a pagarles a los buitres”.
El 22 de noviembre de 2012 Griesa insistió en que el gobierno efectuara el pago en efectivo el 15 de diciembre de ese año, incluso exigió un depósito por ese monto cifra en una cuenta de garantía para los buitres, junto con el pago del cupón del PBI.
Todo hacía pensar que Argentina caería en un default técnico, pero la Cámara de Apelaciones suspendió el fallo y estableció un esquema de presentaciones por ambas partes. Argentina flexibilizó su posición en esas audiencias y propuso reabrir el canje. Los fondos señalaron entonces que no aceptarían quita y el 23 de agosto de 2013 la Cámara ratificó su postura inicial.
«El juez Griesa dice que se pague todo lo que reclaman, con una visión muy estrecha del problema. Nosotros decimos que si tuviéramos que pagar este reclamo, tal como lo dijo Griesa, habría que pagar 15 mil millones de dólares por todas las demandas que se abrirían, y la verdad es que si uno lo compara con las reservas argentinas esto no es razonable», explicó el actual jefe del Palacio de Hacienda, Axel Kicillof.
Una resolución en favor de los acreedores fue señalada como una forma de perjudicar a la Argentina y afectar al sistema financiero internacional. Esta postura del tribunal podría sentar un precedente que influiría en todas las negociaciones de reestructuración de deudas soberanas que se realicen de ahora en más. Un solo acreedor que acepte una propuesta de esta clase provocaría que la disputa quede abierta por largo tiempo.
Ahora el expediente vuelve a quedar en manos de Griesa, un juez que falló en contra de los intereses argentinos. Ahora el magistrado deberá decidir la manera en que se hará este desembolso. Igualmente podría decidir que, antes de la fecha límite, se llame a una negociación entre las partes para evitar que caiga toda la restructuración de la deuda.
El fallo de la Corte podría impulsar a otros fondos que aún no habían litigado judicialmente con Argentina para que acudan a la justicia estadounidense y así exigir el pago total de la deuda que se renegoció en los canjes de 2005 y 2010, lo que podría provocar un default técnico.
La presidente Cristina Kirchner en la cumbre del G77/China que se desarrolla en Bolivia, manifestó el domingo que los fondos buitres “ponen en peligro no solo a la Argentina, si fuese solo a la Argentina, en este mundo, poco importaría, pero, en realidad, lo que se está poniendo en juego es el sistema financiero y económico internacional”.
Cristina: «No vamos a defaultear la deuda restructurada»
En un discurso dado por cadena nacional, la Presidente calificó al fallo de la Corte Suprema estadounidense como “contrario a los intereses de la Argentina y del 92% de los acreedores que habían aceptado” la renegociación de los bonos de la deuda.
Al referirse a la deuda externa, la mandataria señaló que es el “cepo más formidable que conspiró contra el crecimiento de Argentina” y generó pobres, atraso y falta de desarrollo.
Al hacer un repaso del crecimiento de la deuda, la Jefa de Estado mencionó el hecho de acudir a los mercados de capitales durante la época de la convertibilidad así como también el megacanje y el blindaje, por lo cual la “deuda creció en la dictadura y durante la democracia”, sentenció Cristina Kirchner.
Además, afirmó que “Argentina no va a defaultear la deuda restructurada” y precisó que “estamos dispuestos a que todos los acreedores cobren, he instruido a todos los organismos correspondientes para efectivizar el pago, pero queremos hacerlo con responsabilidad”.
Como ya había señalado en días anteriores, Cristina Kirchner manifestó que esta “causa involucra no solo a Argentina sino a todo el sistema financiero global” y también señaló que el fallo no la sorprendió y que, por el contrario, era la decisión que ella esperaba. Sin embargo, alertó que el mismo significa “convalidar un modelo de negocio a escala global” que de continuar va a generar desastres a escala mundial. En ese sentido, dijo que «una cosa es una negociación y otra una extorsión».
«Es absurdo e imposible que un país destine más de la mitad de sus reservas al pago de deudas», afirmó la Presidente respecto de la posibilidad de que el resto de los acreedores de la Argentina reclamen el mismo trato que los fondos buitre.
Cristina Kirchner subrayó que “si todos reclaman significaría pagarles 15.000 millones de dólares: eso es más de la totalidad de las reservas del Banco Central y es absurdo que un país destine más de la mitad de sus reservas al pago de deudas».