Elijo creer en los muchachos

El próximo 18 de diciembre se cumplirá un año desde que la gloriosa selección argentina logró su tercer campeonato mundial en Qatar, comandada por Lionel Scaloni, y obsequiando a su capitán, Lionel Messi, esa oportunidad tan largamente buscada.

Para conmemorar este histórico evento, dos producciones documentales se estrenaron este pasado jueves. La primera, «Muchachos. La Película de la Gente», dirigida por Jesús Braceras, y con guion del mismo, basada en un cuento de Hernán Casciari, con la voz en off de Guillermo Francella.

Tal vez, lo mejor que pueda decirse sobre este film, es la emotividad que despliega en todos y cada uno de sus fotogramas, comenzando por la voz de su narrador, el compilado de imágenes a las que apela, con argentinos desde sus casas y en lugar de los hechos, palpitando cada uno de los encuentros, muchas de las cuales, fueron visualizadas en las redes a lo largo de todo el año, y la fiesta final, desde las calles, donde todos éramos uno.

En tanto que «Elijo Creer», o la película de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), con mayores recursos técnicos que la primera, y que cuenta con la dirección artística y guion de Martín Méndez, abreva en la opinión de los jugadores, en sus temores, sus lesiones, sus cábalas, sus oportunidades exitosas de haber convertido goles, sus nostalgias y su humor.

Un apagado Ricardo Darín da voz a los textos que acompañan al documental, sin generar demasiada empatía en el espectador.

Desde ya que la cronología de los 7 partidos jugados por la selección argentina aparece como marco de esta propuesta (al igual que en el film anterior) demasiado anclada en los sucesos ya por todos conocidos, y perdiendo algunas oportunidades valiosas apenas insinuadas como, por ejemplo, la rivalidad con Francia. Material registrado había de sobra.

Con independencia de las apreciaciones aquí señaladas, el espectador de cualquiera de estas iniciativas audiovisuales buscará por encima de todo, revivir con emoción esta más que justificada victoria de la «Scaloneta», que tiñó de alegrías y esperanza a nuestro pueblo en tiempos ya lejanos.