En el marco de las negociaciones entabladas para volver a mantener relaciones diplomáticas entre ambos países, el gobierno estadounidense retiró formalmente a partir de este viernes a la nación caribeña de la lista del Departamento de Estado sobre países que promueven el terrorismo.
El vocero del Departamento de Estado, Jeff Rathke, indicó en una nota oficial que «el plazo de 45 días de notificación al Congreso ha expirado y el Secretario de Estado tomó la decisión final de rescindir la designación de Cuba como Estado Promotor del Terrorismo, que se torna efectiva hoy, 29 de mayo».
También se señala en el texto que Washington mantiene «significativas preocupaciones y divergencias» con Cuba en diversos asuntos, pero que los mismos se encuentran «fuera de los criterios relevantes a la rescisión» de su designación para la controvertida nómina.
Entre los justificativos para la remoción, se expresa que Cuba «no ha proporcionado ningún soporte al terrorismo internacional en los últimos seis meses» y también «ha proporcionado garantías de que no apoyará actos de terrorismo en el futuro», lo que «refleja nuestra convicción de que Cuba reúne los criterios» para ser excluida. Entre los países que siguen integrando esa lista se encuentran Irán, Siria y Sudán.
Aún resta la publicación en el diario oficial estadounidense, el Federal Register, pero la diplomacia remarcó que la eliminación de Cuba de ese listado se torna efectiva de inmediato. La decisión de incorporar a la isla a ese listado se adoptó en 1982, bajo el argumento de que servía de santuario a militares de la organización vasca ETA y daba soporte a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La determinación de sacar a Cuba de la nómina de patrocinantes del terrorismo había sido anunciada por el presidente norteamericano Barack Obama el 14 de abril, tras su histórica reunión con su par cubano Raúl Castro, llevada a cabo en Panamá durante la Cumbre de las Américas.
En un mensaje enviado en abril al Congreso, Obama ratificó que el Gobierno de Cuba «no ha proporcionado ningún apoyo al terrorismo internacional durante los últimos seis meses», y ha dado «garantías de que no respaldará actos de terrorismo internacional en el futuro». Luego de esa iniciativa de Obama, el Congreso estadounidense tenía 45 días de plazo para analizarla y podía presentar un proyecto de ley para tratar de revocarla, algo que no se ha producido.
Con la entrada en vigor de esta remoción se espera que se terminen una serie de sanciones contra Cuba, como la prohibición de la venta de armas, de ayuda económica y de transacciones financieras.
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