Foto fija

Atrapado en su propia poética, Wes Anderson decide hacer una trampa, como el que en el medio de una dieta come a escondidas. Su ¿nueva película? “Asteroid City” (ya ni traducción local necesita) tiene un prólogo bajo el manto de una larga aclaración sobre lo que se verá a continuación: todo es parte de una gran representación y, por lo tanto, es un artificio.

¿Por qué el director de “La vida acuática” decide desnudar una idea que ya aparecía enunciada en toda su filmografía? Es decir, prácticamente todo su corpus de obra no puede anclarse en un espacio-tiempo, todo sucede en un dispositivo al que se le ven las costuras y los hilos. Claro, su funcionamiento hasta “El Gran Hotel Budapest” fue servicial a la narración, ahora bien, esa película fue su cúspide porque articuló un incremento de público (que se sumó a sus adeptos de siempre) y, además, tuvo presencia en la temporada de premios. Rápidamente, la misma maquinaria en sus proyectos siguientes parece haber perdido la fluidez o -peor aún-que ya empezó a exhibir efectos de desgaste en su dinámica.

“Asteroid City” es como si Georges Melies resucitara y, sin mediar otra acción, se pusiera a dirigir como lo hacía en 1903, sin conocer las posibilidades de los movimientos de una cámara, los puntos de fuga, las perspectivas, el punto de vista y demás atributos que forjaron al cine como lenguaje. Incluso la pereza se aduce en el relato, nuevamente cae en el pozo de sus intereses obsesivos (¿patológicos tal vez?) sostenidos en la simetría, en colores pasteles, en vestuarios también artificiales donde todos los personajes parecen lucir uniformes. Que la historia parta de la idea de un pueblo que vive de un cráter producto de un color que cayó del cielo, no presenta ni una mínima variación de sus películas anteriores, porque da lo mismo que sea esto o un diario francés, un hotel en la Europa invadida por los nazis o un tren de la India.

El desfile de estrellas, al punto que en el póster no puede leerse la lista completa sin tomar aire un par de veces, solo tiene razón de ser por el poder de Anderson en su convocatoria y en el aprovechamiento de esas figuras por sumar prestigio a sus carreras. Wes Anderson es, ahora, el Woody Allen de hace 20 años, en el que una actriz como Margot Robbie puede aparecer apenas un puñado de minutos tan solo para anotarse el porotito autoral.

Sin novedades en el frente, “Asteroid City” solo tiene razón de ser para demostrar que Wes Anderson es, ya, un autor asentado en sus limitaciones, más que en sus cualidades.

“Asteroid City” está dirigida por Wes Anderson y cuenta con las actuaciones de Jason Schwartzman, Scarlett Johansson, Tom Hanks, Edward Norton, Tilda Swinton, Rupert Friend, Bryan Cranston, Edward Norton, Jeff Goldblum, Adrien Brody, Matt Dillon, Maya Hawke, Steve Carrell, LievSchrieber y Margot Robbie.