La niña que prefería leer

Hablar del talento argentino no sería nada novedoso, creo que ya nos quedó bien en claro que, cuando le ponemos ganas, somos excelentes para todo lo que nos proponemos. Sin embargo, vale la pena reforzar este concepto y te voy a decir por qué.

El viernes tuve la suerte de ir a ver «Matilda, el musical», que tiene lugar en la famosa Avenida Corrientes, más precisamente en el Teatro Gran Rex, y salí deslumbrada. Es un show que nada tiene que envidiar a los internacionales.

¿Qué es este fenómeno de Matilda?

«Matilda» es la novela creada por el escritor británico Roald Dahl y que fue llevada al cine en 1996, en la que el gran Danny DeVito no solo dirige sino, también, le da vida a Harry Wormwood, el emblemático padre de Matilda. Esta historia es bastante fiel a la novela, trata de una niña que se siente diferente al resto de su familia, a ella le encanta leer desde muy pequeña y ellos solo quieren ver la televisión. Siempre la dejan a un lado y la tratan mal. Cuando cumple seis años, su padre la manda a un colegio siniestro, comandado por la temible Agatha Tronchatoro, quien odia a todos los niños y en especial a Matilda. A pesar de todo, la niña está feliz porque va a aprender. Por suerte, le tocó una maravillosa maestra, la señorita Miel, que se transformará en su mejor aliada.

A fines de 2022 se estrenó “Matilda de Roal Dahl: el musical”, que se puede ver por Netflix, y que es más fiel a la obra que hoy está en Avenida Corrientes. Una Matilda ya no tan inocente, un guion más oscuro y cómico que el original y, sin dudas, las canciones que marcan el antes y el después de una época.

Debo reconocer que no pude ver la nueva película, en realidad, no quise. Tenía miedo de que opaque el recuerdo de adolescencia. En el año 1997 (fecha en la que se estrenó en nuestro país) la vi por primera vez y quedé deslumbrada, sobre todo por los poderes de esta pequeña niña, y no me refiero a la telequinesis sino a la capacidad de leer tantos libros y tan rápido.

Pero este mes mi sobrina cumplió años y, como regalo, saqué entradas para ver el musical y quedé maravillada del talento argentino. Sobresalen las actuaciones de Agustín “soy Rada” Aristarain en el papel de Tronchatoro, y José María Listorti interpretando al Señor Wormwood, pero el resto del elenco (Laurita Fernández como la Señorita Miel y Fer Metilli encarnando a la mamá de Matilda) tampoco tienen desperdicio. Un párrafo aparte para la actuación de todos los chicos y chicas que se llevan puesta la obra, y mientras los veía cantar, bailar y actuar pensaba: tenemos un futuro asegurado con esta calidad de artistas.

La escenografía e iluminación son fundamentales para que este musical se destaque de la forma en que lo hace. Podríamos decir que «tiraron toda la carne al asador», ya que no escatimaron en gastos a la hora de la puesta en escena y el vestuario.

Pero no todo es color de rosa, y si algo tengo que criticar es el sonido. Por momentos es muy bajo e impide comprender las letras de las canciones, algo que sin dudas es importante, pero no fundamental. Será cuestión de hacer algunos ajustes para que todo sea 100% perfecto.

Sin lugar a dudas, es una obra que recomiendo ir a ver, teniendo en cuenta que la edad ideal es de 8 años en adelante, ya que el espectáculo dura dos horas y no hay intervalo. Y recordá siempre: la literatura nos salva.