Por más de una década, La Rueda de Cumbia es un punto de encuentro para músicos, bailarines y amantes de la cultura caribeña en Buenos Aires. Lo que comenzó en 2012 como una necesidad íntima de compartir música entre migrantes colombianos y aprendices de ritmos tradicionales, hoy se consolida como un formato cultural con historia, alma colectiva y proyección internacional.
Uno de los creadores de este espacio es Javier López, músico y luthier colombiano, quien durante más de 12 años vivió en Argentina y forjó una comunidad de práctica en torno a la cumbia, las gaitas, los tambores y los cantos del Caribe colombiano. Fundó Caracolí, una banda de cumbia en formato tradicional y sirvió de luthier y maestro en todo el territorio argentino. Bandas como Son Fandango en La Plata y La Delio Valdés tuvieron al músico colombiano como maestro o músico invitado y tallerista. La primera rueda nació en el 2012 en la Ciudad de Buenos Aires, impulsada por la necesidad de encontrarse entre profesionales y amateurs para compartir una música que es, más que nada, territorio común.
«Todos tocan, todos bailan, todos comparten. Esa es la esencia de La Rueda», afirma Javier, quien continúa expandiendo este formato por Europa en una gira que replica el espíritu de los encuentros que él mismo impulsó en Argentina. Gotemburgo (Suecia), Copenhague (Dinamarca), Bruselas (Bélgica), Gran Canaria (España), Auch (Francia), Portugal, Lituania, Suiza y Alemania son algunos de los lugares que aún quedan por visitar en esta propuesta itinerante que pone en movimiento la memoria musical del Caribe.
Formato que se convirtió en patrimonio colectivo
La historia de La Rueda de Cumbia es también la historia de muchos migrantes que encontraron en la música un hogar. Es un testimonio de resistencia cultural y un ejemplo de cómo los saberes tradicionales pueden adaptarse, multiplicarse y volverse herramientas de comunidad y celebración en nuevos territorios.
Un homenaje vivo en Buenos Aires
Este viernes 11 de julio, la ciudad que vio nacer la primera rueda le rinde homenaje con una nueva edición en la sede del Espacio Cultural Páramo, en Carlos Calvo 3.974, en el barrio de Boedo. La jornada comenzará puntualmente a las 21 horas con una apertura de gaitas, tambores y cantos y la presentación especial de Pío y la Banda Bacana, un conjunto que continúa con fuerza el legado de la música tradicional.
A la medianoche se abrirá La Rueda, donde el público podrá sumarse a tocar, bailar o simplemente disfrutar. El espíritu sigue siendo el mismo: celebrar colectivamente, traspasar el escenario, romper las fronteras entre artistas y asistentes, y generar un espacio de transmisión cultural viva.
La actividad tiene un aporte contributivo para los artistas y gestores. Está organizada por un colectivo que se mantiene activo gracias al trabajo de músicos y promotores culturales migrantes comprometidos con mantener viva la llama de este ritual migrante.