«Llegó el momento de hablar de barbijos»

Este viernes en el Noticero conversamos con Sol Minoldo, investigadora de CONICET, sobre el correcto uso del barbijo y las nuevas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en pandemia.

«Hay muchas cosas que se van sabiendo y quizás no se problematizan antes, pero llegó el momento de hablar de barbijos, porque pasamos mucho tiempo de la pandemia pensando estrategias como aislamiento, restricciones y demás, que hoy está visto que no están dadas las condiciones para seguir insistiendo por ahí. Entonces, lo ideal es poder seguir haciendo algunas actividades de riesgo pero asegurándonos, teniendo prácticas de seguridad para prevenir mejor, y una de esas es realmente muy efectiva, es el uso del barbijo. Pero para que sea efectiva toda la diferencia la hace que lo usemos bien y sea un buen barbijo. Por ejemplo, sería el equivalente a cuando una persona lleva casco en moto, pero en el codo», expresa Minoldo.

Asimismo, afirma que «si va a usar barbijo, que use algo que proteja de verdad. Ahí entra en juego entender y conocer las características del barbijo que lo hacen más seguro». «Creo que hay dos problemas detrás del mal uso del barbijo. Una tiene que ver con gente que descree de la pandemia, que no tiene miedo o no le importa contagiarse y no piensa en cómo le puede afectar a otras personas, que cree que es su decisión individual y no entiende que si está contagiada puede poner en riesgo a otros, digamos, en una sociedad con tantos millones de personas hay posturas muy diversas. Hay gente que realmente durante este tiempo fue la última de sus prioridades la pandemia, aunque haya estado tan presente. Faltó adhesión, que requiere más que información en campañas de sensibilización. También es una falta de adhesión que se profundizó con el paso del tiempo, el desgaste y haber visto en un momento la baja de casos gracias a las vacunas», además de que «hay gente que no se puede adaptar a la idea que estamos en una nueva fase de la pandemia y hay que cuidarse. Pero hay otro tema, y es que hay mucha gente que no tiene aún en claro cómo se transmite el virus y creen que están seguros porque se pusieron alcohol en gel o se lavaron las manos, y resulta que lo que verdaderamente es importante en la transmisión del coronavirus son los aerosoles que respiramos. Entender eso es clave», detalla la investigadora.

Finalmente, Sol ejemplifica con «la metáfora del humo del cigarrillo. Si otras personas están presentes en un espacio cerrado y yo puedo estar a distancia, pero si se ponen a fumar y el espacio no está bien ventilado, ese humo -equivalente a los aerosoles- yo lo puedo oler y hasta ver. En cambio, si el lugar es al aire libre o se encuentra bien ventilado, se va a disipar rápidamente y esa concentración de humo no se va a producir y, por lo tanto, el riesgo va a ser menor».

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