El fin de semana largo confirmó la merma en el turismo interno como consecuencia de la crisis económica que atraviesa el país desde la asunción de Javier Milei en la Presidencia de la Nación.
Así lo ratifica la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en su reciente informe. «La cantidad de personas que se movilizó, de tres jornadas, fue 7,1% menor al año pasado, que tuvo cuatro días feriados».
Además, la entidad detalla que «el fin de semana largo por el Día del Respeto a la Diversidad Cultural movilizó a 1,4 millones de turistas por el país, quienes gastaron 228.479 millones de pesos en las ciudades que forman parte del circuito turístico nacional» y, «frente al mismo fin de semana del año pasado, viajaron 7,1% menos de personas y el impacto económico tuvo una baja real de 33,3%. Esto se explica porque el feriado 2023 fue de cuatro días, y el tipo de cambio en aquel momento volvía a Argentina más conveniente para el visitante internacional». La cifra se ubica lejos de los 3,2 millones de personas que se movilizaron en Semana Santa o los 2,6 millones que aprovecharon el feriado de Carnaval, aunque casi duplica los poco más de 800.000 turistas del 17 de junio. Precisamente, esa fecha es la única en lo que va de 2024 en la que el impacto económico está por debajo de los resultados de este fin de semana largo: en aquella ocasión se habían gastado 81.464 millones de pesos.
Otro de los factores que influyeron directamente en el turismo dentro del territorio argentino es «la ausencia del programa Previaje» que, según CAME, «fue compensada por el incremento en la oferta de torneos deportivos, culturales y un potente calendario de encuentros». Cabe mencionar que las localidades más concurridas fueron Bariloche, Cariló, El Calafate, Esteros del Iberá, Federación, Mar de las Pampas, Mar del Plata, Puerto Iguazú, Puerto Madryn, Salta, San Rafael, Sierra de la Ventana y Villa General Belgrano.
Al respecto de las cifras que los turistas desembolsaron, en promedio fue de «67.518 pesos diarios cada uno, y la estadía media fue de 2,4 días» contra las 3,3 jornadas el año pasado. Asimismo, «el visitante este año fue mucho más austero, notándose el menor poder adquisitivo. Viajó, pero priorizó las actividades gratuitas y redujo su demanda gastronómica. Fue común ver ciudades con ocupación hotelera en niveles muy altos y, a la vez, confiterías y restaurantes semivacíos».
El fin de semana largo tuvo una vez más a la Ciudad de Buenos Aires como uno de los puntos turísticos principales para viajeros provenientes desde diversas provincias. «La ocupación hotelera alcanzó un promedio del 69% el fin de semana, con los hoteles 5 estrellas en 62%, los de 4 estrellas en 71%, y los 3 estrellas en 72%. Fueron más de 107.000 turistas nacionales e internacionales que arribaron a la metrópoli, según los datos del Observatorio Turístico local. El flujo de visitantes generó un impacto económico de $20 mil millones. Durante los cinco fines de semana largos de 2024, la Ciudad superó ya los 625 mil visitantes. Quienes llegaron disfrutaron de la oferta turística, dividida en cuatro circuitos temáticos: moderno, creativo, deportivo y relax. CABA con sus más de 13.000 locales gastronómicos, 287 teatros, 380 librerías y 150 museos, fue escenario tanto para los turistas como para los residentes que redescubrieron rincones tradicionales. Los cafés de especialidad, las escuelas de milonga y los teatros independientes, se destacaron como opciones innovadoras», detalla CAME.
Finalmente, desde la confederación que agrupa a las medianas empresas comparten en su informe que «en lo que va del año ya se cuentan cinco fines de semana largos, donde viajaron 9,8 millones de turistas y gastaron 1,6 billones de pesos».