Los tiburones dormidos

La plataforma de Puentes de Cine estrenó este jueves 21 de enero el primer largometraje de Lucía Garibaldi, «Los tiburones». En un pequeño balneario se despierta la sospecha de la presencia de tiburones y, paralelamente, Rosina de 14 años de edad se desenvuelve en su mundo adolescente y en pleno despertar sexual.

Una vez más, nos encontramos frente a una película interesada en las adolescencias introspectivas, que no se comunican con el mundo desde lo oral ni desde lo gestual, con una protagonista inaccesible que debe ser acompañada de una voluntad enorme del espectador para completar el significado ilegible de aquello que la acontece.

Su padre (interpretado por el siempre impecable Fabián Arenillas) la lleva a trabajar en el mantenimiento de las casas de veraneo y es allí donde conoce a Joselo, un chico un poco más grande por quien aparentemente comienza a sentir un deseo. En el medio se mezclan las escenas con su madre (Valeria Lois), otros compañeros del trabajo y miembros de su familia. El resto del equipo de actores y actrices se encuentran en otro registro que orbitan a la protagonista y son los que terminan de darle forma y avance a las escenas, hasta que Rosina comienza a accionar en función de algo más concreto… a eso de los 40 minutos de película.