Luca: el sonido y la furia

«Sin darme cuenta conté toda una historia». La frase pertenece a una de las más grandes leyendas del rock argentino y, sin haber nacido en nuestro suelo, fue adoptado inmediatamente y se arraigó en lo más profundo de la cultura popular criolla. Se trata de Luca Prodan, líder de Sumo.
Sí, también es cierto que representa mejor que nadie lo que significa ser una estrella de rock: noches de locura, drogas, alcohol y grandes canciones que se instalaron en el inconsciente de un par de generaciones. Luca es amor u odio, sin medias tintas, como a él le hubiese gustado.
Por eso, si sos de los primeros o querés conocer más sobre la persona que nació en Roma el 17 de mayo de 1953, te aconsejo que te acerques al Museo del Libro y de la Lengua de la Biblioteca Nacional (Avenida Las Heras 2555, Ciudad de Buenos Aires) y disfrutes de «Luca: el sonido y la furia», la muestra inaugurada este miércoles 3 de diciembre que expone discos, grabaciones con temas inéditos, audios que enviaba a su familia, múltiples objetos personales, instrumentos y fotografías de su vida pública y privada.
«Un cantante es, ante todo, una voz. Que reconocemos a simple escucha, estado de la memoria, vivencia del consuelo o la alegría, desazón del disgusto. Es una singularidad social, un modo de maceración del estado de lo colectivo en el individuo. En la voz está la nación, la región, la clase, la lengua, el sexo. En la voz de Luca Prodan estaban sus patrias y su decisión de fugar de ellas. Su saber musical y su sensibilidad rebelde”, expresó María Pía López, la directora del museo.
Luca, así a secas, cambió para siempre la identidad del rock argentino en la década de los 80 y se nos fue un 22 de diciembre de 1987 a los 34 años de edad. La muestra está abierta al público de martes a domingo de 14 a 19 horas hasta el 20 de marzo (excepto el mes de enero que se encuentra cerrada al público) y la entrada es libre y gratuita. Visitar la exposición tiene fecha de finalización, escuchar su legado no.