Malvinas: fin del acuerdo

El canciller de la República Argentina, Santiago Cafiero, este jueves dio por finalizado oficialmente el acuerdo con Gran Bretaña por el que se daban concesiones para sus intereses en las Islas Malvinas.

Este convenio, denominado Foradori-Duncan firmado en 2016 bajo la administración de Mauricio Macri, permitía la explotación de recursos naturales en el territorio argentino en conflicto. «Ese documento realizaba concesiones a los intereses británicos en la región y retrocedía notablemente en el justo reclamo por soberanía, incluso se lo hizo trascender como ‘comunicado conjunto’ para evitar cumplir con la obligación constitucional de someter a la aprobación del Congreso Nacional los acuerdos internacionales que suscribe el Poder Ejecutivo».

De esta manera, en un encuentro de representantes incluidos en el G-20 en Nueva Delhi, India, Cafiero notificó a su par James Cleverly sobre la culminación del contrato. Asimismo, solicitó a Cleverly comenzar nuevas gestiones para «reiniciar la discusión sobre la soberanía» de las islas del Atlántico Sur. Las mismas tienen como sede propuesta las oficinas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en New York, Estados Unidos.

El acuerdo que tuvo las rúbricas de Carlos Foradori y Alan Duncan (de ahí el título del documento), vicecanciller argentino y ministro de Estado británico, respectivamente, tenía «características manifiestamente ilegítimas y agraviantes para los intereses nacionales» y fue «uno de los hechos más lesivos para el histórico reclamo por el ejercicio de soberanía sobre las Islas Malvinas», argumenta el texto difundido por Cancillería Argentina para notificar las acciones llevadas a cabo. Argentina «buscó colaborar en asuntos concretos como vuelos, actividad científica en la Antártida o conservación y preservación de recursos pesqueros, sin que la disposición demostrada haya sido respondida de manera recíproca», detalla.