Moda masculina: tendencias otoño-invierno

Este año empieza con los desfiles de la Semana de la Moda Masculina Otoño-Invierno 2024/2025. Entre las presentaciones más destacadas se encuentran las firmas Loewe, Louis Vuitton, Dior, Zegna, Valentino, Rick Owens, Prada, Gucci, Amiri, Yohji Yamamoto, LGN, Ami, Kenzo, Balmain, Dolce & Gabbana, Dries Van Noten, Fendi, Junya Watanabe y Diesel. Muchas de ellas tienen algunos puntos en común y eso es, precisamente, lo que se percibe como una tendencia. Sin embargo, solo tomaré algunos aspectos de ciertas marcas. No las mencionaré a todas en los ejemplos porque hay sutilezas que ameritan otra redacción. ¡Empecemos!

Las cintas atadas

Las cintas, al igual que los pañuelos, pueden ser utilizadas de muchas maneras como, por ejemplo, sujetar el cabello o como cordones para zapatos, pero durante esta temporada tuvo más contacto con el cuerpo, llevándose en el cuello (algo propio del Barroco y el Rococó) o en la cintura. En ambos casos, atadas formando un lazo.

Dicho complemento apareció muchas veces en las pasarelas, y estaba confeccionado con diferentes materiales como el denim, la seda u otra variedad de telas sintéticas.

Ejemplo de su presencia fueron las colecciones de Dolce & Gabbana, Loewe y Gucci. Los dos primeros, además, también proponen musculosas, chalecos ajustados al cuerpo (D&G) o camperas alargadas que bien pueden ser utilizadas como vestidos cortos (Loewe). Unos que, justamente, cerraban sus cuellos con dichas cintas.

Todos estos son aportes que generan una imagen masculina con rasgos de femineidad que, al mismo tiempo, rozan los estilos: romántico y el glam.

Pedrería y otros materiales reflectantes

El bordado de piedras o de lentejuelas suele ser una técnica utilizada en las colecciones de Alta Costura, aunque es algo que ocurrió en diferentes momentos de la historia contemporánea de la moda (ya sea para decorar cuellos, jeans o estampados) y está posicionándose como un elemento más que decorativo en la ropa masculina.

Tal es el caso de propuestas como las de Sabato de Sarno para Gucci con sus tops de cuello profundo o en los pantalones de corte recto. A estos se pueden sumar las remeras con lentejuelas de MSGM, o las camisas doradas y esculpidas de Olivier Rousteing para Balmain.



Las prendas híbridas o multifuncionales

Aquí una de las resoluciones más interesantes hasta ahora, ya que consiste en la combinación de prendas que normalmente estarían separadas, para crear un solo diseño. Tal es el caso de los sobretodos imaginados por Jonathan Anderson en Loewe.

Estos están compuestos por partes específicas de una camisa, un cárdigan y un tapado que, al unirse, producen una ilusión: la de ser un outfit corriente armado a partir de prendas independientes. Cuando, en realidad, están unificadas. Son la carta de presentación de algo más. Oculta bajo sus telas, se encuentra la desnudez del modelo o, quizás, un segundo look. Todo depende de quién, en dónde y para qué se use.

Por otra parte, diseñadores como Yohji Yamamoto o Glenn Martens en Diesel plantean una búsqueda diferente. El primero nos ofrece camisas de cuello inglés que se pueden transformar en un cuello mao, o permanecer juntos generando un nuevo e interesante modelo, mientras que el segundo, además de explorar diversas texturas con el denim, propone pantalones y tops, confeccionados a partir de riñoneras.

Una mezcla que, de no haber sido bien articulada, hubiese terminado en desastre. Pero no, el diseñador belga sabe lo que hace. Por otro lado, mostró en la pasarela complejos jumpsuits que pueden convertirse en diferentes prendas gracias a un sistema de ensamblado basado en cierres.

Asimismo, quiero referirme a otras tendencias que se hicieron notar, como el uso de los “trajes cortos”, utilizados por las firmas Fendi y Etro, que reducen los pantalones de vestir para convertirlos en bermudas más alargadas y anchas que lo normal. Aunados a estos, se suman el uso de las transparencias y el de las telas afelpadas en suéteres, camperas, chalecos, tapados, etcétera (LGN y Dries Van Noten).











El arte como progreso

Cada uno de los planteamientos estéticos mencionados promueven la exploración de formas y materiales que, en definitiva, tienen que ver con la manera en la que se confecciona la ropa y, también, con la forma en la que se percibe la masculinidad.

Por lo tanto, al complejizar su estructura y funcionalidad adquieren un lugar como objetos de arte y, por ende, son una muestra antropológica de nuestro desarrollo humano.