La primera película de Camila Fabbri, «Clara se pierde en el bosque», es una buena manera de explicar que cierto cine independiente no se hace solo con planos largos de contemplación y con unos personajes atravesando un período bucólico en sus vidas.
Clara (Camila Peralta) y su novio van de la ciudad a la casa familiar de él en el medio de la nada, a conocer a su familia política. Hay un interés, por parte de ella, en grabar casi todo con su cámara de video y en recoger testimonios, a través de mensajes de audio, vinculados a la escena “rollinga” y de esas tribus urbanas que poblaban el final de los 90 y principios de 2000. Allí se hace presente el momento más oscuro para la juventud argentina: la tragedia de Cromañón, la noche en la que murieron cerca de 200 jóvenes, producto de un incendio durante un recital de la banda Callejeros.
Clara está aferrada a esa nostalgia, canta las canciones de “Intoxicados”, le cuenta algo de eso a su novio y hasta puede conectar con su cuñado en un pequeño fogón armado espontáneamente. Los audios enviados por su mejor amiga empiezan a calar hondo en su ser, ambas parecen ser sobrevivientes de esa noche terrorífica. Mientras la dinámica familiar en la casa la muestran desconectada, Clara no puede soltar ese pasado que la tiene aferrada por algo irresuelto, más que por un tinte nostálgico. La idea de un embarazo en su amiga la aleja más de un futuro propio para poder sortear los tormentos pasados. Lo expuesto podría confundir y hacer creer que la película explora estos temas, pero tan solo los propone para soltarlos en el carril de la mera observación.
Fabbri pretende completar sus huecos con canciones y algo de material de archivo sobre la escena del “rock chabón”, remendada con la trama ficcional. No resulta suficiente para hablar de resonancia acerca de un tema tan oscuro, mencionar palabras claves y dejar a la intemperie la historia del personaje principal para que las conexiones se formen automáticamente.
“Clara se pierde en el bosque” de Camila Fabbri cuenta con las actuaciones de Camila Peralta, Agustín Gagliardi, Julián Tarqui Tellarini, Florencia Gómez García y Martina de Marco, y está en la Competencia Argentina dentro del marco del 38° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
