Mucho más que un cambio de nombre

Gracias a la aprobación de la ley tratada el pasado 22 de octubre, el anterior Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA) cambió no solamente su nombre sino su condición y potencial desarrollo cultural y artístico en la sociedad.
Como ejemplo de las implicancias de este avance, vale mencionar que, con la figura previa, algunas de las disciplinas de formación no obtenían el reconocimiento y apoyo correspondiente para el desarrollo humano, tal como detalló la rectora Sandra Torlucci. «La nueva denominación implica una revisión de lo que significan las artes en los niveles de producción de conocimiento universitario. Con la aprobación de esta ley se amplía el límite de lo que se considera producción de conocimiento», anunció la directiva de la flamante Universidad Nacional de las Artes (UNA).
A través de un comunicado emitido desde la institución, expresan que «este cambio de denominación es, nada más y nada menos, que un cambio de nombre que legitima el lugar central que hemos ocupado en la producción de conocimiento, la investigación, la creación artística y la formación de profesionales, artistas, investigadores y docentes en el más alto nivel del sistema educativo. Un nuevo nombre que significa el reconocimiento de nuestro crecimiento y de nuestra madurez institucional y nos ubica definitivamente, -sin distinción alguna del resto de las universidades-, en el Sistema Universitario Público Nacional. Este cambio no implica ninguna transformación en la estructura de gobierno, ni en el estatuto de las carreras, ni en la autonomía, ni en el presupuesto».
De carácter público, abierto y plural, la Universidad Nacional de las Artes es la única institución universitaria argentina dedicada específicamente a la formación de realizadores, investigadores y docentes en diversas disciplinas artísticas.