Nace otro muro

Pueden ser contados los lugares en el mundo que tienen un muro alrededor de su frontera. En algunos lugares se utilizaba la muralla para tapar la pobreza, en otros lugares un muro es un simple atractivo turístico. Israel lo usó para poner fin a la violencia de los atentados que provenían de la franja de Gaza, pero para 2018 se pensaba que estos muros ya no existirían.
En estos últimos meses mucho se habló de la frontera sur del Líbano que separa de Israel: que una guerra entre ambos países se avecina y que Hezbollah se prepara para enfrentar al ejército de Israel. Pero en estas últimas semanas surgió la posibilidad de construir un muro en la frontera sur libanesa donde, para quien desconoce la zona, ya existe uno.

Planes parecidos

Tel Aviv planea construirlo y está decidido a hacerlo, pareciera que Donald Trump y el gobierno israelí tienen planes parecidos. Mientras tanto, el gobierno libanés mantuvo una reunión con los intermediarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Estas fuerzas de paz que se asientan al sur del Líbano mostraron todo su desencanto ante la posibilidad de colocar un muro en esta zona, como lo aseguraron las autoridades libanesas que se pronunciaron como una violación a su soberanía.
En tanto, el gobierno de Israel continuará con estas reuniones hasta poder construirlo porque, según sus servicios de Inteligencia, podría contener a las milicias de Hezbollah en su intento por cruzar la frontera a suelo israelí.
El muro siempre fue símbolo de división y conflicto, lo único que hace es apartar y, aunque puede representar ideologías y sucesos antiguos, lo vivimos en el Siglo XXI. ¿Se convertirá en una realidad? Además, este muro podría generar más violencia entre estas dos naciones. ¿Por qué construir un muro donde las fuerzas de paz de las Naciones Unidas están apostadas desde el 2006 y evitan que ambas partes tengan conflictos? ¿Qué hay detrás de esta iniciativa? A priori, podemos decir que el muro traerá más malestar tal como ocurre en Gaza.