Niñez y vacunas

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) mantiene su postura de no autorizar la vacunación contra el coronavirus en menores de 12 años hasta que no haya más información de los ensayos que se encuentran en curso en el mundo. Precisamente, el subdirector de la entidad, el doctor Jarbas Barbosa, aseguró la semana pasada que la única vacuna autorizada para aplicarse en adolescentes (solo en caso de emergencia) es la desarrollada por Pfizer, aunque hay otras tres en proceso de análisis: Moderna, Sinopharm y Sinovac.

El representante de la OPS aseguró que hay que “revisar de manera muy cuidadosa las informaciones que presentan los productores sobre los ensayos clínicos que hicieron con adolescentes y niños para garantizar que son vacunas que se puedan usar dentro de este grupo”, porque la estadounidense Moderna puede utilizarse a partir de los 16 años y las dos producidas por China desde los 18.

Asimismo, el organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierte que hay cada vez más casos de niñas y niños con internaciones y la tasa de letalidad en este sector se incrementó en el último tiempo. “Por lo tanto, debemos ser claros: los niños y los jóvenes también se enfrentan a un importante riesgo de enfermedad por COVID-19”, alertó la directora de la OPS, Carisse Etienne. “Hoy en día, los niños, niñas y adolescentes de nuestra región corren el riesgo de convertirse en la generación que perdió las oportunidades de salud, educación y los servicios sociales que necesitaban para alcanzar su máximo potencial”, concluyó.

Aunque aclararon que cada nación cuenta con soberanía para decidir su plan de vacunación y a quiénes contempla, desde la OPS no recomiendan la inoculación a menores de edad. “Nosotros no podemos comentar sobre estas decisiones porque no conocemos los datos que se presentaron”, expresó Etienne en referencia a Chile y Cuba, dos países que incluyeron a niñas, niños y adolescentes en sus programas de lucha contra la pandemia.

De todas formas, la titular manifestó que «países como Chile, Uruguay y Colombia cuentan con programas exitosos que incorporan educación, salud y servicios sociales para satisfacer todas las necesidades de padres e hijos y limitar las consecuencias de la pandemia para su futuro” y recordó que, hasta tanto no se obtengan resultados concluyentes de los estudios en curso, las medidas de cuidado e higiene personal y el distanciamiento social siguen siendo las vías más eficaces para la prevención de la enfermedad que contabilizó, entre el año pasado y lo que va de 2021, casi tres millones y medio de casos positivos en menores de edad en Latinoamérica.