Como usuario de la Línea B de subtes percibo algunos cambios que se han producido en todas sus estaciones.
Desde el traspaso del servicio público a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hemos tenido que soportar ya dos aumentos en la tarifa del valor del viaje: primero uno que lo llevó de $ 1,10 a $ 2,50 y en el mes de marzo el segundo que provocó que aumentara a $ 4,50 con la tarjeta Sube y/o Monedero, y 5 pesos sin las tarjetas referidas anteriormente.
Es necesario destacar que se ha producido un severo maquillaje en la estética visual del interior de las estaciones, con la colocación de nuevos leds tv, ventiladores, pintura y señalizaciones en general, pero lamentablemente con el correr de los meses, estas reformas se vieron opacadas con la creciente humedad en sus paredes, goteras en los techos, falta de mantenimiento eléctrico, aseo en los baños y demás cuestiones.
Dicho efecto, que también es necesario señalar que no comenzó en el momento en que Subterráneos de Buenos aires Sociedad del Estado (Sbase) se hizo cargo del servicio sino que ya venía observándose desde mucho tiempo atrás, hubiera sido evitado si Metrovías S.A. hubiera tenido la intención de abordar las mejoras con mayor profesionalismo y respeto a los usuarios que habitualmente utilizan el subte, por ejemplo, produciendo el cambio de los caños deteriorados, revocando las paredes con buenos materiales, utilizando mejores pinturas y realizando luego un mantenimiento serio.
A toda esta lamentable situación hay que sumarle que, en algunas de las estaciones que circulan por la Comuna 15 (Federico Lacroze, Dorrego y Malabia) no cuentan con ascensores ni rampas para discapacitados.
Es usual caminar por los pasillos de las estaciones e incluso en los andenes y ver cestos llenos de basura, paredes sucias, formaciones pintadas (con grafitis) y, como si todo esto fuera poco lo que le toca sufrir a la población usuaria de dicha línea, nos venimos a enterar que desde principios del mes de mayo de 2014 hasta febrero de 2015, el servicio se verá afectado en su normal funcionamiento por un cierre anticipado de todas sus estaciones, ya que las autoridades de Sbase han señalado que es necesario hacer una serie de obras como el montaje de un nuevo sistema de potencia y se realizarán en zona de vías en 10 frentes al mismo tiempo, que es el máximo que admite este tipo de trabajos de gran magnitud, ya que se tiene en cuenta la incorporación de los 86 coches que fueron comprados al Metro de Madrid y que cuenta con una capacidad para 193 personas, aire acondicionado y calefacción, además de un sistema de comunicaciones interno y otro de “anticlimbing” que evita que un coche se monte sobre otro en caso de que ocurra un accidente.
Por eso es hora que tomemos consciencia del problema existente, que dejemos de hacer simple maquillaje para luego proceder a quedar en el bronce de las inauguraciones y nos pongamos todos a cumplir nuestro rol en esta importante tarea: la de los usuarios, que es no dañar las instalaciones y formaciones que diariamente usamos para ir a distintos puntos de la ciudad, la empresa en realizar seriamente un Plan de Obra Integral para que pueda tener un normal funcionamiento y los funcionarios el velar y controlar el cumplimiento de las obras y obligaciones de los que se hicieron cargo del Sistema Subterráneo. Porque si lo hacemos repercutirá en un mejor servicio al que accederemos todos, sin lugar a dudas.
Ojalá sea una nueva donde gestionen en la mejora real del servicio y dentro de un tiempo no tengamos que decir que es una etapa más del maquillaje subterráneo al que ya nos tiene acostumbrado el Gobierno de la Ciudad, en la proximidad de un año electoral.
Nota elaborada especialmente para .cero por Arturo López, delegado Juventud Radical, Comuna 15.
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