Medio Oriente es un rompecabezas en un sector de movimientos geopolíticos lleno de influencias externas. En los últimos 50 años, la región se transformó en el lugar más caliente de la Tierra, no precisamente por el clima sino por conflictos armados. Vimos la guerra entre países árabes e Israel, Líbano y la multi invasión a su territorio, el conflicto palestino-israelí, la barbarie de la guerra en Siria que llegó a recrear las modalidades más sucias del ser humano, y un conflicto poco conocido pero que pasa desde hace 4 años: Arabia Saudita y Yemen.
Desde 2015, los bombardeos no cesan sobre el territorio yemenita y su población lo sufre. Más de 90 mil muertos contabiliza este enfrentamiento que no para y que continúa sin ningún intervencionismo como en otros conflictos. Anteriormente contamos conflictos armados y también podemos revivir la invasión en Irak que dejó devastada a una nación de las más ricas, así como también la fantasmagórica guerra en Afganistán contra el terror talibán secundado por Rusia.
Días atrás, el aeropuerto saudí recibió una lluvia de misiles dirigidos a destruir gran parte de la infraestructura saudita, todo esto dirigido desde tecnológicos y avanzados drones. Este ataque se realizó el martes 16 de julio durante la noche y produjo mucha destrucción material y ninguna baja humana.
El bloqueo que Arabia Saudita implementa sobre Yemen llevó al colapso del país, quienes comenzaron a reprimir esas medidas, sobre todo luego de que la orden desde Riad sea bombardear supuestos escondites agresores. Para ellos, Arabia Saudita utilizó eficaces cazas que durante estos últimos 4 años estuvieron atacando no solo puntos militares sino también civiles, y es allí donde se dio la mayor cantidad de bajas.
Sobre Yemen corre un bloqueo aéreo, naval y terrestre que lograron acorralar a este país. Sus autoridades aún confirman que alimentos e insumos pueden llegar por países vecinos que comercian con ellos, pero que de ser más rigurosos los bloqueos, el país entraría en una emergencia sanitaria y alimenticia.
Suena la alarma
Este 23 de julio las sirenas volvieron a encenderse en el límite con Yemen, ya que las bases aéreas para atacar al país se encuentran muy cercanas a la frontera. De este modo, las fuerzas yemenitas utilizaron drones caseros Q aref-K2, que son muy avanzados y tienen un sistema de ataque muy efectivo.
Los ataques de estos drones estuvieron dirigidos hacia radares e instalaciones militares. Todo esto se da en el marco de la respuesta de ataques saudíes y contra objetivos civiles. Las ofensivas seguirán como represalia a los bombardeos y a los bloqueos producidos por el reino de Riad.
Anteriormente advertimos sobre este conflicto que tiene poca prensa a nivel global pero que deja como saldo destrucción y pérdida de vidas humanas inocentes. En el pasado Siria fue un escenario de sangre hasta cinematográfico, pero Yemen no tiene ese peso a nivel mediático.
Finalmente, se conoce que los ataques continuarán y que la resistencia yemenita seguirá respondiendo ante las ofensivas por parte de los sauditas y, a su vez, los sauditas seguirán asediando a Yemen para asfixiar al gobierno y eliminar a los rebeldes.
