Paro con acatamiento y reclamos

El triunvirato que dirige la Confederación General del Trabajo (CGT) afirmaronó que el paro realizado el lunes 25 de junio resultó un éxito y que tuvo un «altísimo acatamiento». Carlos Acuña, del gremio de estaciones de servicio, señaló que «hay una nueva oportunidad, espero que este Gobierno haya leído el paro de hoy. Los dirigentes gremiales no son los que paran a la gente, porque podemos convocar al paro que queramos pero si la gente está bien no va a parar. Esta CGT va a seguir teniendo la prudencia que debe tener pero los tiempos son cada vez más cortos porque el hambre no espera».
Por su parte, Juan Carlos Scmid afirmó que «se está desarrollando un paro en toda la Argentina con un altísimo nivel de acatamiento. Un paro general en un país significa el fracaso del diálogo social y de la política. La CGT ha llegado a esta determinación después de haber agotado todas las instancias en los diversos planos institucionales para encontrar alternativas». El gremialista añadió que «la protesta, el malestar y el descontento ha desbordado el encuadramiento sindical» y afirmó que «hoy hay gente de pequeños comercios, propietarios que, como han podido, se están manifestando en contra de los efectos que se producen como resultado del desorden económico al que este Gobierno ha llevado a la economía». Además, «para que nadie tenga lugar a dudas: paramos para poder seguir trabajando, y por eso vamos a explorar las discusiones en los más altos niveles», alertó el sindicalista.

«Fracasaron las negociaciones»

Al hacer un análisis de las medidas implementadas por el Gobierno, Schmid sostuvo que «particularmente en los últimos tiempos están afectando seriamente no solo a los trabajadores sindicalizados sino a las Pymes, a los comercios, a las economías regionales y a los sectores más vulnerables».
«Es este el cambio que le hemos solicitado al Gobierno, por eso fracasaron las negociaciones, no por la tozudez porque la CGT esté embanderada detrás de ninguna cuestión partidaria. Eso tiene que quedar muy claro para el Gobierno y en particular para la Jefatura de Gabinete», remarcó el titular del gremio de Dragado y Balizamiento.
Finalmente, Schmid consideró que «el Gobierno tiene que corregir el programa económico, mas allá del convenio colectivo, de la paritaria, de la reforma laboral, hay que cambiar el modelo económico que está llevando al desastre al pueblo argentino. Esperemos que el Gobierno, que repite como loro que está abierto al diálogo, que también diga que tiene voluntad y ganas de cambiar y darle otra suerte a nuestro pueblo».
Asimismo Héctor Daer, tercer lider cegetista y perteneciente al gremio de la Sanidad, también cuestionó la política económica oficial y criticó a industriales y comerciantes. «Queremos que administren de forma coherente el comercio exterior, no puede ser que nos entre todo, hasta los caramelos nos vienen de afuera y no tenemos capacidad de defender nuestra industria. Y queremos decirle a los industriales también que no especulen, y a los comerciantes, sobre todo a los grandes supermercados, que se convirtieron en importadores de productos que no vengan ahora a remarcar y a dolarizar toda la economía porque los salarios de los trabajadores no están dolarizados», subrayó Daer. Además, destacó que «desde diciembre de 2015 hasta hoy hubo una inflación del 95% y no son los trabajadores los culpables de ese proceso». El plan económico vigente, afirmó Daer, favoreció «a los sectores que más ganan y que más tienen, como el sector agropecuario y las mineras».
Consultado por la pertenencia partidaria de los gremios, que fueron criticados por funcionarios por pertenecer al peronismo, Daer respondió: «Somos peronistas, y eso no cabe dudas. A veces brotan los pelos en todo el cuerpo, ese es el tema. Pero cabe recordar que cuando el actual presidente era candidato, fue a la inauguración con tres personas más de una estatua del general Juan Domingo Perón».

La Izquierda, más dura

En el marco de la huelga convocada por la CGT, los dirigentes de organizaciones de Izquierda y gremios más combativos se movilizaron y marcaron la jornada con marchas y cortes de tránsito. En el acto central, desarrollado en el Obelisco, cuestionaron a la central obrera y reclamaron impulsar un «plan de lucha hasta que caiga el Gobierno».
«Seguramente la CGT, que tardó muchísimo en convocar a este paro, va a querer utilizar nuestra fuerza para sentarse a negociar con el Gobierno. Incluso algunos gobernadores van a intentar utilizar estas movilizaciones para ver si consiguen aprobarle el presupuesto al FMI a cambio de alguna obra», manifestó el dirigente ferroviario Rubén «Pollo» Sobrero. El gremialista indicó: «Sepan muy bien que este paro se hizo a pesar de la CGT, se le hizo con la fuerza que vino de abajo, y con la misma fuerza vamos a seguir empujando, por un plan de lucha hasta que caiga el Gobierno».
Finalmente, Sobrero calificó a la gestión del PRO como «de derecha, que no gobierna para los trabajadores. Ya el FMI se instaló en Casa de Gobierno… por eso sepan todos que hoy hay solamente dos trincheras: o se está con los trabajadores o se está con el Gobierno cipayo del Fondo Monetario Internacional». Entre las agrupaciones que participaron de los actos estuvieron el PTS, el PO, la Izquierda Socialista, el Nuevo MAS y el MST, quienes realizaron cortes en distintas calles y avenidas porteñas y en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires.

«No vamos a abandonar la calle»

Las dos variantes de la CTA destacaron la contundencia de la medida de fuerza y auguraron más conflictividad si el Gobierno hace oídos sordos a los reclamos. Pablo Micheli, de la CTA Autónoma, dijo que «si el Gobierno piensa que el paro no sirve para nada va a terminar pagando caro en las urnas y el repudio del pueblo, porque esto se va a profundizar, porque va a ver cada vez más presencia de trabajadores si no convocan a un diálogo en serio va a seguir habiendo conflictividad, no vamos a abandonar la calle». Al mismo tiempo, su par de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, sostuvo que el paro fue «una señal de madurez», ya que fue convocado por las tres centrales obreras.
«Es el mensaje que pedía la directora del FMI. Es el mensaje que esperábamos, ella quería una señal de apoyo de la sociedad argentina. Ahora tiene una señal de rechazo absoluto y contundente, el pueblo no quiere al FMI interviniendo, no quiere más ajuste, no quiere más hambre ni más tarifazo, y por supuesto el reclamo de apertura de paritaria de forma inmediata y el rechazo a la reforma de las leyes laborales», afirmó Yasky.

El paro no es claro y no resuelve nada

Desde el Gobierno, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, calificó al paro como «político y careciente de consignas claras». Además, el funcionario sostuvo que «en las ciudades grandes el paro se siente por la falta de transporte público, en lugares donde no es requerido el transporte público para ir a trabajar la actividad es normal». «Este es un paro político sin consignas claras, que nos va a encontrar el día de mañana con la misma predisposición al diálogo y habiendo perdido un día de trabajo en nuestro país. Es la última instancia que tienen los trabajadores cuando se terminó el diálogo y no es el caso, nosotros estamos permanentemente en contacto con los representantes de los trabajadores. De hecho, mañana yo tengo una reunión en la UOCRA para discutir y analizar temas que tienen que ver con la construcción, así que no se entiende bien por qué llegamos a esta instancia», indicó Frigerio.
Respecto a la situación de los trabajadores, el Ministro precisó que «tenemos un récord de trabajadores formales en la historia de la Argentina, cerca de 6.300.000 empleados y en la construcción, cerca de 430 mil trabajadores. Y las paritarias tienen prácticamente en su totalidad cláusulas de revisión en las cuales si la inflación supera lo que se había acordado, esa paritaria se revisa para que precisamente el trabajador no pierda poder de compra en el salario».

«Creen que hay que volver al pasado»

Por otro lado, el funcionario explicó que el papel del Estado en las paritarias es «precisamente cuando no hay acuerdo entre el sector empresario y los representantes de los trabajadores». El reclamo de apertura de paritarias no es procedente, ya que los incrementos de sueldo «siempre fueron libres en Argentina», concluyó Frigerio.
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca fustigó a los líderes sindicales que con sus propuestas «creen que hay que volver al pasado». «Creemos en el mecanismo del diálogo. Hemos resuelto muchos problemas. Muchos problemas que la Argentina tiene desde hace varias décadas. Hemos construido una agenda positiva a partir del diálogo. Por eso decir que nada hemos resuelto es una exageración», sostuvo Triaca. El Ministro afirmó que el país «necesita de dirigentes comprometidos, que den el debate y que propongan cosas. Porque en esta conferencia de prensa (de la CGT) hubo muchos reclamos pero no hubo propuestas». Además, el titular de la cartera laboral reiteró la postura del Gobierno en favor del diálogo y mencionó, que el viernes continuará con la ronda de reuniones sectoriales.
Asimismo, Triaca precisó que la situación de la Argentina «requiere de una discusión madura, que ha faltado». «Hay muchos que están mirando esto desde una perspectiva política y que creen que hay que volver al pasado. Pero la sociedad argentina decidió emprender un cambio», manifestó.