Qué te pasa, México

Estados Unidos y México históricamente estuvieron divididos por un muro invisible de racismo, xenofobia y rechazo. En los últimos años, Donald Trump prometió materializar esta condición con la inversión millonaria que separará definitivamente los dos países. Un muro donde pretende que se estrellen los miles de inmigrantes que se juegan la vida por el sueño americano. Hoy, en medio de un contexto sombrío y la caída de sus economías, se hermanan con la toma de decisiones deficientes durante la pandemia y otras circunstancias derivada de la misma.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que no completa aún el semestre en su mandato, deja ver con sus decisiones que la economía del país tequilero es, en su mayoría, informal, sin ningún tipo de base que lo sostenga y con una sociedad que lo respalda dependiente de Estados Unidos a pesar del odio de su mandatario. AMLO, quien goza de una aprobación superior al 70% según encuestas, anunció este sábado 26 de abril el inicio de la Fase 3 por la epidemia de COVID-19 en México. Entre las medidas aprobadas se destaca la extensión de la Jornada Nacional de Sana Distancia hasta el 30 de mayo y ampliación hasta esa fecha de la suspensión de actividades no esenciales, con la finalidad de mitigar la dispersión y transmisión del virus SARS-CoV-2 en la comunidad que hasta el presente deja un saldo de 13.842 casos positivos, 5.388 activos y 1.305 muertes por COVID-19.

Primero la economía

Durante el anuncio del mandatario, llamó la atención la decisión de la entrada en vigor el 1° de julio del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que, según el presidente, potenciará la capacidad del país para albergar maquiladoras y se estimulará el crecimiento de la industria automotriz.

“Vamos a frenar, a detener, la caída de la economía, todo esto que se ha producido con la pandemia” del coronavirus, aseguró en su mensaje del sábado publicado en sus redes sociales. Este mensaje contó con 10 puntos que dejan en claro el respaldo al 30% de la población que pertenece a la clase media para que puedan hacer negocios y salir de la crisis. Aseguró que su gobierno no tolerará actos de corrupción e impunidad y se garantizará que haya piso parejo a cualquier empresario que quiera realizar algún negocio.

A pesar de las plataformas utilizadas por AMLO para comunicar sus decisiones, la prensa y periodistas mexicanos denuncian una estrategia de acoso y descalificación contra los medios de comunicación que está provocando una polarización de la prensa en el país, situación que es conocida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que también se presenta en Estados Unidos.

Ataque a la prensa y polarización

México y Estados Unidos están entre los países cuyos mandatarios atacaron a miembros de la prensa y organizaciones de comunicación en medio de la presión y críticas de su respuesta al COVID-19, aseguró la oficina de Michelle Bachelet. «Proteger a los periodistas del acoso, las amenazas, la detención o la censura nos ayuda a mantenernos a todos a salvo», concluye el boletín de la ONU.

Salvador Camarena, director general de investigación periodística en la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI); y Daniel Moreno, director editorial del sitio de noticias Animal Político; denunciaron y ahondaron en esta idea durante el 12º Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital, que tuvo lugar el 14 de abril en la Universidad de Texas en Austin. Durante la charla “Los retos y las realidades del periodismo mexicano” los dos periodistas explicaron el panorama actual de la prensa crítica en México ante la llegada al poder de López Obrador.

El mandatario mexicano ofrece conferencias de prensa de lunes a viernes a las 7 de la mañana con una duración aproximada de una hora y media, las cuales se transmiten por televisión abierta, YouTube, Facebook, Twitter y son subidas en Spotify. Sin embargo, su estrategia de comunicación dista mucho de ofrecer transparencia y rendición de cuentas, en opinión de Moreno.

“Si alguien hace una pregunta crítica, periodistas que están en la conferencia de prensa le chiflan al periodista porque ‘cómo se atreve a preguntarle semejante cosas’”. “Dar una conferencia de prensa donde los periodistas te chiflan si preguntás algo ‘mal’ no es rendición de cuentas”, agregó el periodista.

Durante la charla denunciaron que, cuando periodistas refutan las afirmaciones de López Obrador con datos, el Presidente los descalifica e insiste en que sus estadísticas son las que valen. Como en la rueda de prensa del viernes 12 de abril, cuando el periodista de Univisión Jorge Ramos lo cuestionó sobre la tasa de homicidios en México. El comunicador recibió miles de ataques en redes sociales con la etiqueta #JorgeRamosProvocador.

Según el Instituto Internacional de la Prensa, hubo más de 130 presuntas violaciones de los medios desde el inicio de la pandemia, incluidas más de 50 instancias reportadas de restricciones al acceso a la información, censura y regulación excesiva de información errónea. El mismo ente informó que cerca de 40 periodistas fueron arrestados o acusados en Asia-Pacífico, América, Europa, Medio Oriente y África por informes críticos de la respuesta del Estado a la pandemia o, simplemente, por cuestionar la precisión de los datos oficiales de casos y muertes relacionadas con el COVID-19. El número real de violaciones y arrestos de los medios «es probablemente mucho mayor», asegura la ONU en su comunicado de prensa.

“No es el momento de culpar al mensajero”, asegura Michelle Bachelet, y explica que una prensa libre siempre es esencial, pero que nunca se dependió más de ella que durante la pandemia en la que tanta gente está aislada y teme por su salud y su forma de ganarse la vida.