Realizadoras y películas fantásticas

Entre las secciones no competitivas de la 38° edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata se encuentra Fantásticas: nuevas voces del cine británico de género, donde se presentan 3 óperas primas realizadas en los últimos 5 años por directoras británicas que eligieron el terror para sus primeros largos.

Los tres filmes están dirigidos tanto como protagonizados por mujeres y presentan, en palabras de Pablo Conde (programador del festival), “miradas distintas, singulares e interesantes que renuevan el cine de género, cada una desde su punto de vista”.

Los títulos con los que cuenta esta sección son los siguientes.

“Censor” (2021) de la directora galesa radicada en Londres, Prano Bailey-Bond, imagina la relación entre el tipo particular de trauma generado por una pérdida ambigua con la sobreexposición a los video-nasties de la Gran Bretaña de los 80, describiendo un mundo de pánico y censura muy a tono con un tema que atraviesa este año a todo el festival: Cine, Democracia y la actuación del Ente de Calificación Cinematográfica durante la última dictadura cívico militar.

“Saint Maud” (2019) de la londinense Rose Glass, sigue a Maud, una jóven enfermera que comienza a trabajar como cuidadora privada y busca en su tarea cumplir con la voluntad de Dios. En «Saint Maud» encontramos una película que recurre a pocos personajes, situaciones y diálogos punzantes, para generar de manera altamente efectiva una atmósfera sofocante que mantiene al espectador en vilo.

Tal vez el film menos cohesivo dentro de este conjunto es el dirigido por Emerald Fennell, “Promising Young Woman” (2020). Esta película sobre la cultura de la violación está más cerca del suspenso y el humor negro que del terror que profesan las dos primeras. Esta última es la única de las tres previamente estrenada en Argentina (durante abril de 2021), a diferencia de «Censor» y «Saint Maud», que llegan por primera vez al país de la mano del festival y con apoyo del British Council.

Algo en lo que las tres películas coinciden es en el diseño de personajes femeninos tridimensionales y complejos que, como dijo la propia Prano Bailey-Bond en uno de los intercambios con el público posteriores a la proyección de la película, se corren de las representaciones típicas de las vírgenes y las víctimas para pasar a ser protagonistas, perpetradoras, un poco buenas y un poco malas, “como somos todas”.