En un fallo histórico, un tribunal de Milán condenó al expremier y magnate televisivo Silvio Berlusconi a siete años de cárcel, además de la prohibición de ejercer cargos públicos de por vida. Berlusconi fue encontrado culpable de prostituir a la menor marroquí Karima El Mahroug (conocida en la noche como «Ruby Robacorazones») y abuso de poder durante su mandato como jefe de gobierno. Si la sentencia se hace efectiva tras a la apelación que anunció el abogado del magnate, Nicolo Gheddini, no podrá acceder al cargo de parlamentario, ministro, embajador o enviado de un gobierno italiano. Gheddini consideró que “se trata de un veredicto fuera de la realidad. No ha cometido ningún delito, debe ser absuelto”. El tribunal que condenó a Berlusconi está integrado por tres mujeres, a quien había calificado de comunistas feministas.
Ni bien se conoció la sentencia, Berlusconi emitió un comunicado en el que la calificó de “increíble, de una violencia sin precedentes, para eliminarme de la vida política de este país”, y aseguró que “resistirá” a esta “persecución” ya que es “absolutamente inocente”. Si bien Berlusconi fue objeto de muchos juicios, algunos todavía pendientes, los motivos eran de índole económica (causas por corrupción o fraude fiscal). Al respecto, el expremier sostuvo que el objetivo de tanta persecución judicial es una campaña para destruirlo políticamente.
El caso Ruby Robacorazones comenzó en mayo de 2010. «Il Cavaliere» llamó a la comisaría de Milán para reclamar que liberaran a la muchacha marroquí, detenida por un robo de 3.000 euros. Sostuvo que era sobrina del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak. El escándalo saltó en octubre y la Fiscalía de Milán inició una investigación contra Berlusconi por abuso de poder e incitación a la prostitución de menores.
El juicio empezó en noviembre y, durante su desarrollo, hubo multitud de revelaciones y declaraciones sobre las fiestas en las que participaba Berlusconi. Debido a esta causa y casos de corrupción, Berlusconi debió renunciar al cargo de primer ministro en 2011.
Ruby, exbailarina de una discoteca de Milán, era menor de edad cuando empezó a concurrir a las fiestas que se daban en la mansión de Berlusconi en Arcore. Al principio, Ruby afirmó haber recibido dinero de Berlusconi, que después desmintió. “Siento mucho haber contado esas mentiras cuando hablé con los fiscales. La mayor parte de las cosas que he dicho no son verdad”, declaró a la corte.
Tras 27 meses de proceso, 50 audiencias y 7 horas de deliberaciones, tres magistradas dieron a conocer la sentencia. Las juezas de la IV Sección Penal del Tribunal de Milán, Giulia Turri, Carmen D’Elia y Orsola de Cristofaro, dictaminaron la culpabilidad de Berlusconi por prostitución de menores y abuso de poder.
El veredicto pone en peligro al gobierno de coalición de Enrico Letta y sacude la política de Italia. «Il Cavaliere» alertó que peleará contra la “persecución” de la que dice ser víctima. Sus abogados apelarán esta sentencia de primera instancia, que no implica de manera inmediata la cárcel o la inhabilitación para ocupar cargos públicos para Berlusconi, ya que quedará firme una vez alcanzados los tres grados de juicio. La presidente del tribunal, Giulia Turri, leyó la sentencia, cuyas motivaciones se harán públicas más adelante, siguiendo los procedimientos judiciales italianos. La condena aumentó un año la pena solicitada por el fiscal.
Las juezas concluyeron que Berlusconi abusó de su poder y mantuvo relaciones con una menor, a quien le dio toda clase de regalos y miles de euros. En el alegato final, a fines del mes pasado, la fiscal Bocassini habló de “un sistema de prostitución montado para satisfacer sexualmente” a Berlusconi. Una treintena de prostitutas de lujo concurrieron a esas fiestas. Las declaraciones tomadas a las mujeres mencionaban fiestas tranquilas y elegantes. Pero esto se contradecía con las escuchas telefónicas de esos mismos testigos. La fiscal Bocassini habría suministrado el material de los interrogatorios a algunos colegas de la fiscalía para que comiencen un proceso por falso testimonio, ya que habrían sido pagados o presionados para no declarar contra el acusado.
Pero este juicio no es el único que tiene Berlusconi. En julio se le iniciará un proceso por la compraventa de senadores para que cayera el gobierno de Romano Prodi, cosa que sucedió en 2008. Un tribunal de casación deberá resolver respecto del recurso que presentó Berlusconi contra un fallo que lo obliga a abonarle más de medio millón de euros al dueño del diario La Repubblica, Carlo Debenedetti, por daños ocasionados en la adquisición de la editorial Mondadori.
Y como si Ruby no fuera suficiente, otra mujer es la protagonista de otro de los problemas judiciales de «Il Cavaliere»: su exesposa Verónica Lario. La segunda mujer de Berlusconi, que anunció su divorcio del magnate en enero de 2009 cuando tuvo comienzo el escándalo de las fiestas en las residencia de Arcore, Cerdeña y Roma, donde lo acusó en una carta abierta de buscar a jovencitas para sus romances. Berlusconi fue condenado a pagarle 3 millones de euros por mes, una carga demasiado pesada, según el expremier italiano.
Ahora solo queda esperar si la sentencia queda firme. La política italiana suele tener sus problemas y escándalos pero, de vez en cuando, suele refrescarse con casos como «I Mani Pulite» o estos procesos contra un exprimer ministro.
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