En una decisión sorpresiva, Siria resolvió acceder a la petición rusa de poner bajo control internacional sus armas químicas. Así lo informó el canciller sirio, Walid al-Moualem, quien dijo que “mantuvimos ayer una ronda de conversaciones muy fructíferas con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y él propuso una iniciativa relacionada con las armas químicas”, tras lo cual añadió que “por la tarde manifestamos nuestro acuerdo con la iniciativa”.
Tras el consentimiento sirio a la propuesta rusa ambos países están elaborando un “plan concertado” para que todo el arsenal químico sirio esté bajo supervisión. El canciller Lavrov explicó que se está diseñando un plan “realizable, preciso, concreto” para lo que ya se formó equipo para armar la agenda de trabajo al respecto.
Pero la propuesta rusa no fue la única medida destinada a la destrucción del armamento químico. Francia anunció que presentará al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas un proyecto de resolución de carácter vinculante y que prevé “el control y desmantelamiento” de todas las armas químicas sirias, que se calcula aproximadamente entre las 500 y 1.000 toneladas de venenos. El proyecto habilita a utilizar el uso de la fuerza si existiera un incumplimiento de las obligaciones. Alemania, a través de su canciller Guido Westerwelle, dijo tener “mucha experiencia en ese terreno” para colaborar en la destrucción del arsenal.
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius, señaló que el proyecto de resolución exige al régimen sirio “que esclarezca rápidamente su programa de armas químicas, que lo coloque bajo control internacional y que sea desmantelado”, además se quiere establecer “un dispositivo completo de inspección y de control de sus obligaciones bajo la égida de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ)”. Su colega británico, William Hague, afirmó que su país respaldará cualquier resolución «creíble» del Consejo de Seguridad. Ninguno de los dos ministros descartó una acción militar.
Por su parte, el vocero del gobierno británico expresó reservas respecto de la iniciativa rusa y dijo que debe ser una oferta seria y genuina” y señaló que “no debe permitirse que la iniciativa rusa se vuelva una distracción”.
El Consejo de seguridad de la ONU será el lugar donde se decidirá el futuro de estas medidas, ya que Moscú presentará un texto para presentar ante los otros catorce miembros del Consejo de Seguridad donde Rusia, China, Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña tienen poder de veto. No es menor que en ese lugar las posiciones china y rusa son opuestas a las de los miembros occidentales, más proclives a una intervención militar para “castigar” al régimen de Bashar Al-Assad por un ataque con morteros y misiles con cabezas químicas que causaron la muerte a casi 1.400 personas. La organización humanitaria internacional, Human Rights Watch, señaló que tiene “evidencias que indican con contundencia” que fueron soldados del ejército regular sirio quienes lanzaron los cohetes con ojivas que contenían agentes nerviosos como el gas Sarín.
Por su parte, la Unión Europea (UE) dijo que ve con agrado la propuesta rusa, pero quiere asegurarse de que sea una iniciativa «seria».
Ante las acusaciones de Estados Unidos, el gobierno sirio rechaza haber realizado el ataque y Rusia ha desacreditado las informaciones de que el gobierno sirio estuvo detrás de los atentados. Por esa razón, Estados Unidos ha acusado a Moscú de impedir llegar a una solución a la crisis y la guerra civil por haber bloqueado cualquier intento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que el gobierno de Bashar Al-Assad responda a las acusaciones efectuadas desde Occidente.
En el mismo sentido se han expresado la oposición siria y los rebeldes que combaten al gobierno de Al-Assad y calificaron a la propuesta rusa de ser “una maniobra política” que va a prolongar cualquier reacción occidental. “El llamamiento del canciller ruso es una maniobra política que se inscribe dentro de las dilaciones inútiles y que solo aportarán más muertos y destrucción para el pueblo sirio”, manifestó en un comunicado la llamada Coalición de la Oposición Siria. “Los autores de los crímenes de guerra no pueden ser disculpados y no se pueden borrar los crímenes contra la humanidad haciendo concesiones políticas o entregando el instrumento con el que se cometieron esos crímenes”, expresó la organización.
El pedido ruso y la aceptación siria también comprometen a Estados Unidos y le da un nuevo golpe al insistente reclamo de intervenir militarmente efectuado por la Casa Blanca. Barack Obama dijo que la propuesta rusa para que el supuesto arsenal de armas químicas sirio sea controlado por un bloque internacional es un paso «positivo» y anunció que suspendería “absolutamente” un ataque pero alertó que no permitirá que se utilice como una forma de dilatar la resolución del conflicto.
“Es posible que logremos un avance, pero tendremos que darle seguimiento y no queremos simplemente una demora o una táctica dilatoria para quitar la presión que tenemos sobre ellos», manifestó Obama en declaraciones a la prensa, donde defendió su iniciativa de atacar a Siria. Además, relacionó su postura con la movida rusa al considerar que la amenaza militar movilizó a Moscú a pedir a Siria que permita revisar el arsenal militar. En ese sentido, señaló que “es improbable que hubiéramos llegado a este punto donde surgen declaraciones públicas como estas sin una amenaza militar creíble para lidiar con el uso de armas químicas dentro de Siria”.
Los otros dos aliados sirios, China e Irán, manifestaron su acuerdo a la iniciativa de Rusia. China, que dificultó el avance de las iniciativas referidas a Siria en el Consejo de Seguridad desde que comenzó la guerra en 2011, informó que apoyaría una medida en el órgano de seguridad. “Saludamos y aportamos nuestro apoyo a la propuesta rusa” dijo Hong Lei, vocero del ministerio chino de Relaciones Exteriores. “Mientras esta propuesta conlleve un alivio de la tensión en Siria y vaya en el sentido de una solución política de la crisis siria, manteniendo la paz y la estabilidad en Siria y la región, la comunidad internacional debe darle importancia”, añadió Lei.
Por su parte, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Marzieh Afkham, manifestó que su país “acoge favorablemente la iniciativa que apunta a impedir toda acción militar. Queremos que nuestra región se deshaga de todas las armas de destrucción masiva (…) Esos esfuerzos deben también estar destinados a las armas químicas de que disponen los grupos rebeldes sirios”, expresó Afkham.
Las próximas horas pueden ser claves para un conflicto que ya se extiende por más de dos años. Si la revisión de las armas es positiva se alejará la amenaza de una intervención militar. Pero también hay que tener en cuenta la actitud que tomará Estados Unidos si acepta una resolución que sea contraria a su postura respecto del ataque sobre civiles con armamento químico. ¿Tendremos una repetición de Irak?
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