Smartphones pueden diagnosticar depresión

La aplicación se llama StudentLife y fue desarrollada por investigadores en la Universidad Dartmouth, Nueva Hampshire (Estados Unidos). Para probar su efectividad se realizó un estudio que permitiera establecer una correlación entre los resultados de la app y una observación clínica. El objetivo fue medir niveles de estrés, depresión, soledad y su impacto en el rendimiento en base a sensores instalados en smartphones con sistema operativo Android utilizados por 48 estudiantes durante 10 semanas.
La aplicación utiliza información automática y pasiva de los sensores para analizar el nivel de interacción social, las visitas al gimnasio y lugares sociales, la duración de las llamadas, la extensión de los mensajes de texto, la duración del sueño, la actividad física y hasta si una conversación cara a cara tiene lugar cerca del teléfono. El resultado es un examen comportamental continuo que, combinado con un cuestionario, refleja estados de ánimo progresivos que ayudan a detectar etapas tempranas de depresión para su posterior tratamiento.
Los resultados del estudio muestran una correlación evidente entre la información que provee la aplicación y la observación comportamental de los estudiantes analizados: «Los estudiantes más activos físicamente tienen menor probabilidad de experimentar soledad, los estudiantes que duermen más y mantienen un mayor nivel de interacción social poseen menos probabilidades de padecer depresión», indica Andrew Campbell, profesor encargado del estudio.
El celular ha evolucionado desde una simple herramienta de comunicación a un dispositivo súper-personal, fuente de información detallada sobre la vida privada de las personas. La cuestión radica en cómo se protege esa información sin disminuir el beneficio que representa para la sociedad.