Puntos fuertes y flojos de "Stranger Things 2"

«Stranger Things 2» estrenó hace pocos días después de la gran expectativa que había despertado tras su primera temporada. Repasamos cada punto fuerte y lo más flojo en una nota, vale la aclaración, colmada de spoilers.

El planteo

En los primeros capítulos se muestra la forma en la que continúa la vida de los personajes principales situados un año después de la primera temporada.
Will (Noah Schnapp) trata de superar lo sucedido mientras sufre episodios en los que puede ver en «el otro lado» una gran amenaza que lo aterroriza. El laboratorio nacional de Hawkins, quien fuera el principal responsable, ahora se encarga del seguimiento médico de Will con respecto a estos episodios mientras su madre, Joyce (Winona Rider), lo sobreprotege y desarrolla una relación amorosa con Bob (Sean Astin).
La gran revelación es que el jefe de policía Jim Hopper (David Harbour) vive con Eleven (Millie Bobby Brown) oculta en su casa y Mike (Finn Wolfhard), al igual que todos los demás, la cree atrapada en la otra dimensión e intenta todos los días comunicarse con ella.

Los puntos a favor

«Stranger Things» demostró no ser constante en sus puntos fuertes, la serie se cae a cada rato hacia lugares raros e innecesarios pero, sin embargo, si superamos los primeros dos capítulos (de los más flojos), hay ciertos puntos que nos mantienen enganchados. Uno de ellos es Dustin (Gaten Matarazzo). Sin dudas, este personaje es un punto muy fuerte de la temporada, viene recargado en frescura y humor, crece en protagonismo y sus escenas en el baile de invierno terminan de cerrar un personaje totalmente hermoso.
Otro gran pilar que sostiene la temporada es Jim Hopper. No casualmente, y dado al antecedente de la pérdida de su hija, ahora con Eleven descubre para nosotros un lado paternal y frágil que nos enternece y que lo hace más sensible.
Por su parte, Steve Harrington (Joe Keery) anteriormente era un personaje que solo formaba parte de la periferia de Nancy (Natalia Dyer) como su novio hasta la aparición final. Ahora, distanciado de Nancy, pasa a acompañar a los niños del grupo mientras los cuida y ayuda en una relación que le da una vuelta mucho más divertida y tierna.
La mejor incorporación de personaje, sin dudas, es la de Sean Astin como Bob, que en tan solo algunos capítulos nos genera mucha empatía y se vuelve muy rápido un personaje querible con la cuota de inocencia y felicidad que le falta a la familia de Joyce y a la serie en general.

La estructura y las referencias

El esquema de la serie se repite, si uno pone una encima de la otra se pueden ver algunos procesos calcados, el más evidente es el que muestra a todos los personajes separados descubriendo cosas hasta que se unen y hacen la puesta en común. No molesta, pero se nota. Un temor que había tenía que ver con la enorme cantidad de referencias cinematográficas que se iban a usar y el riesgo a que se excedieran y pierdan el aire propio de la serie. Hay cientos de citas pero están muy medidas, sutiles y encajan de forma orgánica en las escenas.

Más dramática y oscura

Una decisión de esta temporada tiene que ver con profundizar el padecimiento de Will. Esto agrega un plano muy distinto y muy contrastado con lo liviana que había sido la primera temporada. Hay escenas fuertes e incómodas marcadas por lo desesperante e insoportable de los gritos de Will con una actuación muy buena y que sorprende.
Además, las situaciones de terror son mucho más oscuras y tensas y, por el contrario de la temporada pasada, el suspenso y un poco de miedito podemos llegar a sentir.

Lo flojo, lo innecesario y lo raro

La explicación de cómo Eleven vuelve del Upside Down hace agua por todos lados, la supervivencia en el bosque por tiempo no especificado y la casualidad al momento de encontrar los waffles que deja Hopper porque sí en esa caja en el bosque. Cuando en la primera temporada parece que Hopper deja los waffles allí porque sabe algo más sobre el paradero de Eleven, descubrimos que todo fue una gran casualidad. Flojo.
La aparición de «Mad» Max y su hermano: esta niña es interesante para jugar con los chicos y su forma de relacionarse con una chica después de Eleven, lo que significa esto para un Mike tan triste también está bueno. Sin embargo, lo raro es el rol de su hermano (Dacre Montgomery), un joven agresivo y casi loco que la maltrata y que vive al límite del peligro y la violencia. Se trata de un personaje fuerte y difícil, con un gran momento en el que lo vemos llorar por las situaciones violentas que también vive y comprendemos su resentimiento pero que, luego, no tiene consecuencia de ninguna forma. Max parece «darle una lección» muy floja e inverosímil y, en el medio, tiene una escena de tensión sexual con la madre de Mike que es innecesaria.
El mapa de Hawkins: los dibujos que hace Will para describir lo que ve son casi idénticos entre sí y, pese a eso, Joyce arma un mapa entero en las paredes de su casa (emula el momento de las luces navideñas de la primera temporada). Por algún motivo, ella entiende exactamente en dónde va cada pedazo de dibujo, como un rompecabezas pero resulta raro y algo forzado.
La subtrama de Nancy: ella no puede superar lo que sucedió con Barb, visita a los padres porque se siente culpable y en compromiso con ellos, que siguen creyendo que Barb está desaparecida. Tienen fotos de ella hasta en el baño (real y raro). A raíz de esto emprende un viaje con Jonathan para ver a un hombre que está investigando el caso y le entregan material que revela la verdad de lo que le sucedió a su amiga. En el medio de esto, Nancy concreta un encuentro sexual con Jonathan. Mientras en el pueblo el resto pasa un momento crítico… ¿otra vez, Nancy?
La muerte de Bob: según los creadores de la serie, desde un principio Bob era el nuevo novio desagradable de Joyce, que moría en el capítulo cuatro como si cumpliera el mismo rol de Barb en la primera temporada (alguien tiene que morir) y que, cuando se dieron cuenta de su carisma y lo querible que era, decidieron retrasar la muerte. Hay una gran diferencia: a Barb no la llegamos a querer tanto, a Bob sí. ¿Tenía que morir? No lo sé, pero si sé que la forma definitivamente tenía que ser otra. Bob solo tenía que salir por la puerta principal, ya estaba a salvo, solo debía correr unos metros más y se queda quieto. Raro.

El capítulo 7

El puesto número uno de lo innecesario y raro es el capítulo en que se olvidan de todo lo que sucedía y seguimos exclusivamente el viaje de Eleven en busca de su hogar, en el que descubre lo que le sucedió realmente a su madre y se encuentra con una hermana que también tiene un poder como ella. Eleven se une a su banda de vengadores, que se dedican a robar y matar a los responsables de experimentar con ellas en Hawkins.  En una de estas misiones uno de los doctores que fueron a atacar revela que el doctor Brenner (Matthew Modine) está vivo. Eleven se da cuenta que esa no es la vida que quiere llevar y vuelve. Decime que esto no es una puerta que dejan abierta para desarrollar la tercera temporada.

Los últimos dos capítulos y el final

Los capítulos 8 y 9 son, a mi parecer, los mejores. Mucho humor, tensión, dramatismo, revelaciones, enigmas resueltos y todo el equipo completo que trabaja en conjunto e interactúa de una forma muy divertida y especial. Eleven salva la temporada al cerrar el portal para terminar con esto de una vez por todas. Pero… en la última imagen se vuelve a ver la escuela de Hawkins en el Upside Down con la tormenta roja y el monstruo sombra sobre ellos. ¿En serio? ¿Otra vez?

La tercera temporada

En palabras de sus creadores: «Estamos pensando en que esto podría ser cosa de cuatro temporadas y acabar», explica Ross Duffer. «Tenemos que seguir ajustando la historia. No sé si podremos justificar que una cosa mala les suceda cada año». Y no, mucho menos si cada año les sucede lo mismo.