«Tratamos de que la gente sienta algo nuevo»

Fidel Molfino (teclados y voz) y Gabino Acosta Flechner (batería) son primos y, además, muy amigos. Hace aproximadamente un año y medio empezaron a juntarse para improvisar canciones. “Queríamos sacar ‘Peaches in Regalía’ del disco ‘Hot Rats’ de Zappa, ¡y era un bardo!”, nos cuentan. Al mismo tiempo, vieron que había algo que andaba bien, y les empezó a gustar aquello de tocar cosas relacionadas al jazz y al rock progresivo.

Luego llamaron a Pedro Monzani (guitarra) y Pedro Villanueva (voz), a quienes conocían de proyectos anteriores, y se empezó a formar Ícaro. “El primer tema que compusimos fue ‘Domingo Pizza’, y no paramos de ensayar solamente ese tema hasta que lo tuvimos prolijo y nos convencía en todos sus detalles”.

Todo ese trabajo que parece tan extraño para estos tiempos efímeros dio sus frutos y en estos días salió a la luz su álbum debut, con nueve canciones y casi una hora de música, a puro rock progresivo. “Las canciones desde ese entonces cambiaron mucho y nos juntamos todas las semanas a componer nuevos arreglos y armonizaciones. Fue un laburazo. Un laburo de un año y medio que esperamos que se pueda apreciar en este álbum”.

La banda cuenta que las canciones fueron mutando a través del tiempo a medida que sumaban nuevos desechaban otros. “Durante la composición empezó a aparecer una historia y un personaje que se ven reflejados en la música”. A la hora de hablar de la grabación, reconocen que fue desafiante, “porque no teníamos experiencia previa en las tecnicidades de la producción de un disco”. “De todas formas, creemos que nos logramos anteponer con gran esfuerzo y gracias a la ayuda de Pedro Gómez quien se encargó de la grabación, producción, master y mezcla. Realmente estamos muy contentos con el sonido que logramos y también de la experiencia que ganamos”.

¿Cómo llegan estos jóvenes de poco más de veinte años a sumergirse en esta travesía progresiva?

La lista que enumeran es larga: La Máquina de Hacer Pájaros, Invisible, Yes, Chick Corea, Charly García, Crucis, Herbie Hancock, Frank Zappa, Camel, King Crimson y Snarky Puppy. También de otros géneros muy distintos, como Rubén Rada, Militantes del Climax o Willy Crook. ¿Su favorita? “Probablemente, la banda que más escuchamos en conjunto y de la cual más charlamos en los ensayos es Génesis, su primera etapa”.

El sábado 9 de diciembre Ícaro presentará su flamante trabajo en La Quince (Avenida Corrientes 5.426, Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y todo su foco de ensayos apunta a la gran noche que se avecina, aunque adelantan que para futuras fechas es montar un show el cual contenga actuación y música para contar aquella historia de la que hablaban antes entres quienes quieran presenciarla en vivo.

“En nuestras primeras fechas nuestra prioridad era que las canciones se entendieran y se escucharan bien, las ensayábamos mucho, y para las secciones improvisadas nos mirábamos y tratábamos de entendernos ahí. A medida que la gente empezaba a familiarizarse con los temas intentamos empezar a agregarles novedades: arreglos nuevos, distintos solos o incluso secciones enteramente nuevas. Estos shows eran una buena manera de saber qué funcionaba y qué no, entonces podíamos ir nuevamente a la etapa de composición a buscar alternativas. Tratamos que la gente que nos viene a escuchar siempre se vaya sintiendo que escuchó algo nuevo. Además de eso, la gente suele vivir los shows de una manera bastante pacífica. Se sientan con sus amigos, se toman una cerveza, cantan las melodías que se saben y festejan los solos que los ceban”.

¿Cómo creen que puede convivir su propuesta con los estilos que predominan actualmente en la escena musical?

«Los géneros musicales van y vienen entre las posiciones de ser hegemonía y de ser contracultura. En Argentina, en la segunda mitad de los 70 y principios de los 80, al rock progresivo le tocó ser hegemonía, con exponentes como Invisible, La Máquina, Crucis, Serú Girán, Spinetta Jade. Hoy por hoy, estamos en un momento en que al rock progresivo le toca ser contracultura, y eso puede significar muchas trabas, pero también brindar muchas oportunidades.

Si el under argentino hoy lo domina el rap, el indie y cada vez más el punk y post punk, es porque todos ellos critican, sobre todo, el espíritu superficial y mercantilista de la música ‘mainstream’. Particularmente, la crítica va a los mensajes de las letras. Creemos que la movida del jazz que se está gestando en la juventud (y a la cual nosotros nos agarramos) constituye una crítica más hacia la propuesta instrumental. Si la música más ‘comercial’ está tendiendo a estructuras más simplificadas y monótonas, es lógico que en la contracultura la gente busque música un poco más ‘atípica’ en cuanto ritmo y armonía.

Seguramente, eso es lo que tengamos que buscar. No porque algo complejo sea mejor que algo simple per se, sino porque tenemos que entender cuál es la propuesta que busca la gente que viene a escuchar a Ícaro. A su vez, nos tocó y seguirá tocando el gusto de compartir espacios con los otros géneros de la contracultura en diversas ocasiones y, por suerte, la onda entre todos siempre es la mejor. Creo que se pueden dar fusiones muy interesantes entre todos nosotros, y nos alegra mucho que se pueda dar que en una misma noche toquen una banda de candombe, una chica haciendo rap, un tipo haciendo blues y un proyecto de rock progresivo. En ese sentido, estamos en un momento privilegiado.»

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