Un racconto gris

Anahí Berneri vuelve al cine después de seis años, y lo hace con una transposición de “Elena sabe” de Claudia Piñeiro.

Las temáticas cinematográficas abordadas por la directora son complejas, de esas que podrían deslizar discusiones banales, sin embargo, en el tono y en la preocupación genuina por las vicisitudes vividas por sus personajes existe una diferencia notable. Plausible de interés en comparación con aquellos directores más preocupados por un subrayado en el dolor y la victimización.

En esta ocasión, la protagonista es Elena (Mercedes Morán), una enferma de Parkinson y anhelante de justicia por la muerte dudosa de hija Rita (Érica Rivas). El disparador policial es solo una estela para presentar un racconto de la relación entre ellas, a través de flashbacks, durante casi toda una vida: desde la adolescencia de Rita hasta los últimos días asistiendo a su madre enferma. En el medio hay sospechas de un cura por parte de Elena, quizás lo más pobre del entramado por tratarse de un tibio coqueteo por introducir el aguijón cuestionador de la Iglesia, limitado a un puñado de diálogos.

La composición de un personaje como el de Elena, por su padecimiento de una enfermedad progresiva e incurable, es lo más cuidado de la historia. No solo está reducido a la caracterización física sino, también, a una recreación de estados de ánimos, sentimientos y actitudes posibles. Es así que Rita, en ese papel no buscado de ser “la mamá de su mamá”, se ubica en un espacio gris porque es una mujer de 43 años, soltera y todavía anhelante en la pretensión de independizarse. Sobre este tropo, Berneri elude hábilmente los contrastes extremos estancados en los arquetipos de “madre castradora” e “hija sufriente al extremo”. El vínculo entre ambas se permite tener momentos e instantes de felicidad, de compartir incluso enojos contra -por ejemplo- los obstáculos del sistema de salud.

La única arista ineficiente en “Elena sabe” está en la ausencia de una energía propia, sin ser calculadora, la película al mismo tiempo presenta un pisado cauteloso, como si no se permitiera imperfecciones. Tratándose de una producción de Netflix y una versión audiovisual de una autora popular, el trabajo de Berneri es más que loable y la reconfirma en una posición, como directora, ya de una madurez y excelencia digno de ser más reconocido.

“Elena sabe” es una película de Anahí Berneri, cuenta con las actuaciones de Mercedes Morán, Érica Rivas, Miranda de la Serna, Mia Scapola y Agustina Muñoz.

Se puede ver el viernes 3 a las 19 horas y el sábado 4 a las 16 horas en el Teatro Auditorium, dentro del marco del 38° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.